El director general de Difusión de la Auditoría Superior de la Federación de México, Carlos Velasco Oliva, dialogó con El Auditor.info sobre cómo funciona el organismo, qué tipo de controles realizan, las innovaciones que implementan, las auditorías digitales con el buzón digital y los principales objetivos para este año.

- ¿Qué tipo de controles hacen desde la Auditoría Superior de la Federación (ASF)?

De acuerdo con la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, realizamos auditorías de cumplimiento financiero, de desempeño y de gasto federalizado. Auditamos recursos federales que se envían a todo México, que consta de 32 estados y más de 2.500 municipios. Toda aquella institución o persona que reciba recursos federales está sujeta a que la ASF los pueda auditar. Por Ley hacemos tres entregas de las auditorías realizadas: la primera es en junio e informamos a la Cámara de Diputados y a la ciudadanía, a través de los medios de comunicación; en octubre, debemos informar por segunda vez; y el total de las auditorías se presenta en febrero del siguiente año. Este trabajo es el que nos comprometimos en el Programa Anual de Auditorías, que elabora la propia ASF, con un enfoque de análisis de riesgos y que se complementa con información de la Cámara de Diputados, de la ciudadanía y de los medios de comunicación.

- ¿Hacen informes de seguimiento de auditorías pasadas?

Hacemos auditorías de seguimiento respecto del año anterior inmediato, de acuerdo con la Ley. En el plan que presentamos en febrero de este año, establecimos a quiénes vamos a auditar en función del análisis de riesgos que hacemos. Nos apoyamos mucho en las tecnologías de la información y hacemos uso de la inteligencia artificial para ver dónde, o en qué parte del Presupuesto Federal, pueden haber algunos riesgos.

- ¿Están buscando agilizar los tiempos del control?

De acuerdo con la Ley, auditamos el año anterior pero estamos haciendo la gestión en el Congreso para hacer auditorías en tiempo real. Hasta el momento no tenemos esa autorización. Hacemos acuerdos con muchas entidades que reciben recursos para que los acompañemos, sobre todo en las megaobras donde se invierten una cantidad significativa de recursos federales. Los acompañamos en el proceso, así evitamos de ambas partes, que haya una desviación de recursos. Es como lo hacemos actualmente.

- ¿Desde la ASF tienen la capacidad de sancionar?

De acuerdo con la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, la ASF es un órgano fiscalizador, no sancionador. Para tal efecto, nos marca dos caminos: si hay faltas administrativas graves, se canalizan al Tribunal Federal de Justicia Administrativa; si observamos desviaciones, debemos informar a la Fiscalía General de la República. Esas son las instancias que llevan a cabo sus propias investigaciones, si procede, sancionan. Nosotros somos coadyuvantes.

- ¿En qué trabajan actualmente?

Tenemos un plan de auditorías ya en marcha desde febrero, que consta de 2.034 auditorías. Se publica en el Diario Oficial de la Federación a quiénes vamos a fiscalizar pero, en cuanto al contenido, la propia Ley nos impide hablar de ello porque estamos en proceso. El plan de este año contiene un incremento de casi del 22% respecto del año pasado y estamos fiscalizando este año la Cuenta Pública 2021.

- ¿Qué desafíos hay en materia de control gubernamental en México?

El Auditor Superior nos ha señalado las principales directrices que definen la pauta para este año. El primero, es el fortalecimiento y actualización del marco normativo. El año pasado tuvimos logros importantes en cuanto a las auditorías digitales. El Congreso de la Unión (Órgano Legislativo) nos autorizó a hacerlas a través de varias herramientas como el buzón digital mediante el cual intercambiamos información con los entes auditados. Parte de un sistema integrado para controlar y certificar las interacciones que realizamos. Está acompañado por una firma electrónica y si bien nos pusimos de acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para utilizar las firmas electrónicas, aún tenemos pendiente la autorización de nuestra propia firma electrónica, en breve estaremos liberando la firma de la Auditoría Superior de la Federación. 

La pandemia nos enfrentó a nuevos retos. Gracias a las auditorías digitales pudimos operar con un gran éxito: hicimos 59 auditorías digitales de la Cuenta Pública 2020 y, ahora en 2021, tenemos más de 500 que vamos a realizar a través del Buzón Digital. Esto nos permitió incrementar el número de controles y darle cumplimiento a otra de las metas que se propuso el Auditor Superior, David Rogelio Colmenares Páramo, que es mejorar y enriquecer cuantitativa y cualitativamente el número de auditorías que practicamos durante el año.

Además, seguimos afinando la estrategia digital para este año, con tecnologías de información pero, sobre todo, con técnicas de análisis de datos. Desde 2019 hemos intercambiado experiencias en reuniones con miembros de la INTOSAI, hemos acudido a la inteligencia artificial para analizar la información que disponemos para las auditorías y para el análisis de riesgo en la planificación de auditorías. Hoy por hoy, tenemos acceso a millones de facturas que emiten todas las entidades del sector público a nivel nacional y estamos haciendo análisis de datos para identificar quiénes son los propietarios y los ejecutivos, dónde residen, qué servicios ofrecen, cuándo crearon las empresas y así poder hacer una evaluación de riesgos más acertada.

De las 2.034 auditorías programadas para este año (2021), casi el 70% son de gasto federalizado porque aplican en todos los estados y en todos los municipios, que son más de 2.500 en el país. Este año vamos a auditar cerca de la mitad de los municipios del país gracias al Sistema de Control y Administración y Fiscalización de los Recursos de Gasto Federalizado (SICAF), a inteligencia artificial, al buzón digital, al sistema de control y a la firma electrónica. Ahí está el interés de la Auditoría, en tratar de fiscalizar todos aquellos recursos importantes que están afectando para bien o para mal a la ciudadanía.

Un paso importante es que seguimos mejorando año a año el enfoque preventivo que ha señalado el Auditor Superior desde el inicio de su gestión en 2018. No solamente evaluamos los riesgos, sino que también analizamos el Presupuesto Federal para atender aquellas demandas sociales más urgentes. Por ejemplo, donde se hace una megaobra ver que se esté cumpliendo, ya sea un puente, una escuela o un hospital. Es decir, atender las necesidades que tiene la ciudadanía.

- Para finalizar, ¿cómo abordan la Agenda 2030?

En el Programa Anual de Auditorías 2021, se consideraron auditorías para revisar el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. A través de la OLACEFS hemos llevado a cabo coloquios, en donde compartimos el desarrollo de habilidades con todos nuestros compañeros de las Entidades Fiscales Superiores de América Latina y el Caribe de más de 30 países. Hemos tenido cursos de desarrollo de habilidades que compartimos, donde siempre los comentarios y experiencias de las entidades nos están ayudando, en especial en la Agenda 2030 que nos beneficia a todos.

El énfasis está puesto en hacer mejor las cosas cada día, apoyados en la tecnología y en toda la experiencia. La Auditoría Superior tiene un sistema muy sólido de información desde el año 2000, de tal suerte que si alguien quiere conocer nuestros informes lo puede hacer, desde cualquier parte del mundo a través de Internet y está accesible en toda la República Mexicana, para todo el Congreso y para toda la ciudadanía.