Como es costumbre cada año, la democracia se hizo presente en la asamblea de Escuela de Vecinos, el programa educativo de la Fundación Éforo. En esta oportunidad los estudiantes participantes tuvieron que votar las propuestas que llevarán a la Legislatura porteña. En el marco de un debate respetuoso las comisiones de Infancia y de Alimentación y Estereotipos llegaron a un acuerdo.

El primer grupo delimitó sus ideas en torno a la difusión, charlas y auditorías. “Consideramos que hay falta de difusión primordialmente sobre los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes y, en particular, sobre dónde acudir en caso de que éstos sean vulnerados o no se garanticen correctamente”, sostenía el documento sobre el cual se sufragaba. Para los jóvenes es primordial que se publicite, de mejor manera, las garantías que tiene esta franja etaria.

Lo sugerido en materia de charlas está directamente relacionado con el tema anterior. Se pidió que las mismas sean diferenciadas por edad: para los niveles iniciales, primarios y secundarios y también para adultos (docentes, padres y ciudadanía toda). Unas de las ideas es que en los lugares públicos se instalen carpas de entrada gratuita para informar allí sobre estos tópicos.

Los alumnos también destacaron la importancia del trabajo realizado por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires y solicitaron que los legisladores estén más atentos a los informes que elabora el organismo para poder corregir las observaciones que aparecen en ellos. Como ejemplo se expusieron los documentos que hablan sobre las múltiples fallas en las instituciones educativas.

La comisión de Alimentación y Estereotipos transitó su debate por un multiplicidad de aristas. Lo primero que entró en discusión fue la necesidad de modificación de la ley 3.704, de promoción de alimentación saludable, variada y segura de los niños, niñas y adolescentes en edad escolar. El objetivo es que garantice opciones vegetarianas, veganas y celíacas, entre otras dietas; acceso a agua potable para consumo de los alumnos de forma gratuita y un mínimo de treinta minutos para el almuerzo de los estudiantes.

En este grupo también hubo un pedido de charlas obligatorias, orientadas a alumnos y docentes, con el propósito de aprender a leer las etiquetas de los productos y su valor nutricional, hablar de los distintos tipos de alimentación respecto a cada estilo de vida, explicar las consecuencias de una mala alimentación y el consumo de alimentos ultra procesados. También se conversó sobre la necesidad de concientizar sobre trastornos alimenticios y estereotipos.

Por otro lado, se ideó un proyecto de declaración, el cual eventualmente será elevado al Congreso Nacional, para incorporar algún sistema, como el braille, para que los envases y etiquetas de los productos y alimentos también sean accesibles para personas ciegas.