Costa Rica: irregularidades en la gestión del Ministerio de Educación Pública
Una auditoria arrojó que la gestión de la cartera educativa no se realiza bajo el enfoque para resultados dispuesto en el marco regulatorio y las prácticas aplicables para mejorar su desempeño y generar valor público.
La Contraloría General de Costa Rica realizó un informe de auditoría de carácter especial sobre la gestión para resultados del Ministerio de Educación Pública (MEP). El organismo halló fallas en la realización de un diagnóstico de situación y en el manejo de la información, además de errores en la planificación.
La gestión para resultados es una orientación para el accionar de las instituciones públicas hacia la ciudadanía, que implica ajustes culturales en su gestión, así como el fortalecimiento institucional para la generación de valor público. La implementación de ese enfoque en el Ministerio de Educación Pública permitiría orientar sus esfuerzos hacia una dirección efectiva e integrada de los recursos con la finalidad satisfacer las necesidades de la población estudiantil.
Debilidades significativas
La auditoría arrojó que la gestión del Ministerio de Educación Pública no se realiza bajo el enfoque para resultados conforme a lo dispuesto en el marco regulatorio y prácticas aplicables para mejorar su desempeño y generar valor público, ya que se identificaron “debilidades significativas” en los cinco pilares de este enfoque: planificación, presupuesto, gestión financiera y adquisiciones, gestión de programas y proyectos, y seguimiento y evaluación.
Al respecto, si bien el MEP realizó algunas acciones para iniciar con la implementación de ese enfoque, no se ha definido una ruta estratégica con su respectiva gestión de riesgos, ni se han mapeado los actores y procesos relevantes que permitan identificar las necesidades de las partes interesadas y la integración de las actividades requeridas para su ejecución.
Por otro lado, se identificó que existen fallas en la integración de la información sobre las necesidades actuales y futuras de la comunidad educativa como insumo para el planteamiento de la estrategia institucional, reduciendo la posibilidad de alcanzar los resultados propuestos en la gestión del Ministerio, así como la integración de los procesos para satisfacer las necesidades de las comunidades educativas y la generación de valor público.
Rendición de cuentas y transparencia
Se evidenció, por otra parte, que la gestión financiera no se realiza de manera integrada, ya que no se promueve la interrelación de sus procesos y existen debilidades en la implementación de mecanismos para asegurar el cumplimiento de los resultados esperados. Esto afecta la rendición de cuentas y la transparencia, además de no considerar la toma de decisiones basada en datos, lo que podría limitar la adaptabilidad para alcanzar los resultados, dadas las particularidades de un Ministerio con un alto nivel de complejidad.
Por su parte, la gestión de proyectos es deficiente ya que no se ejecuta de manera integrada y con un enfoque para resultados; no se dispone de indicadores y metas, ni se definen las actividades necesarias para su ejecución mediante plazos y responsables; lo cual impide que el MEP tenga claridad sobre los propósitos de sus proyectos, limitando la visión estratégica, el cumplimiento de fines y la generación de valor público.
Por último, el informe resaltó que existen deficiencias en la calidad de la información por inconsistencias en los registros de los datos que alimentan los sistemas y que están relacionados con la planificación institucional. Lo anterior, aunado a la ausencia de una cultura institucional de seguimiento y evaluación, genera que el MEP no evalúe de manera oportuna y efectiva su desempeño institucional con una visión integrada de valor público, aumentando la posibilidad de una toma de decisiones no oportuna.