En medio de la pandemia del Covid-19, también se multiplicaron las consultas y los contagios por dengue. Durante los primeros días de abril, el boletín epidemiológico indicó 26.500 casos, de los cuales 7.800 fueron confirmados. Solo en la Ciudad de Buenos Aires hay 2.100.

Dentro de CABA, los barrios más afectados son los de la Comuna 8 (Villa Soldati y Lugano); la 4 (Parque Patricios, Barracas, La Boca y Pompeya); y la 10 (Floresta, Monte Castro, Versalles, Villa Luro). También la Comuna 12 (Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón) registró alrededor de 400.

Pero las cifras no deben alarmar. “El aumento de casos es por dos semanas más. Subió mucho en la décima semana epidemiológica, luego cayó dos semanas y volvió a subir. Comparado con la epidemia 2009, ésta es mayor, pero en relación con 2016, en general, es menor”, señaló Nicolás Schweigmann, director del Grupo de Estudios De Mosquitos en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires.

La prevención y el descacharreo debe ser en invierno para atacar a los huevos del mosquito.

Lo que sí es grave, es la falta de prevención, la poca información disponible y que el tema no se incorpore en las escuelas. “El primer error es hablar de campañas, porque son a corto plazo. Se hacen en verano cuando hay muchos mosquitos, pero la prevención tiene que ser en invierno, atacando los huevos. Hay que descacharrar en invierno, porque en verano, las hembras van a buscar dónde poner huevos y se desplazan”, analizó el especialista.

En ese sentido, señaló que "un gran problema es que se les brinda microambientes y eso responsabilidad del Estado. La fumigación no funciona porque mata a los adultos, pero no a las larvas ni los huevos, que es la fábrica de los mosquitos". Frente a esta situación agregó que "es un parche, se hace cuando hay mucho mosquito y no funciona. Hay que hacerla con máquinas de ultrabajo volumen, metiéndose en la casa de la persona que tuvo dengue y en las de los vecinos de la manzana y de enfrente”, detalló Schweigmann.

Ahí es cuando aparece un problema que tiene la sociedad: la falta de comunicación. “Hay que pensar en cuadras saludables, pero vivimos en una ciudad muy grande donde los vecinos comparten el ambiente, pero no hay comunicación entre ellos”, cuestionó.

"Hace 22 años está el dengue en Argentina y nunca se enseñó sobre eso. Los niños de esa época hoy serían adultos que sabrían cómo manejarse", aseguró Schweigmann

Que el dengue continúe siendo un problema vigente refleja también un problema educativo y cultural. “Hace 22 años tenemos este virus en Argentina y nunca se enseñó sobre eso. Los niños de esa época hoy serían adultos que sabrían cómo manejarse", aseguró Schweigmann.

Al respecto, dejó algunos números alarmantes. Entre 1998 y 2005 en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires había entre 15 y 20 criaderos cada 100 casas y actualmente hay 67.

Por último, el director del Grupo de Mosquitos de Exactas adelantó que “en la próxima epidemia de dengue va a haber más muertos”. “Hoy hay cuatro tipos de cepa, si al que ya fue picado por un serotipo lo pica otro tiene más chances de ser un paciente grave”, concluyó.

Según Schweigmann, "en las clínicas privadas no hacen el análisis para saber qué dengue tuviste y esto te impide, en un posible segundo caso, poder informar cuál padeciste con anterioridad. En los hospitales públicos eso está garantizado", aseguró.

Zona de riesgo en primera persona  

Se sabe que hay más de 200 tipos de mosquitos, sin embargo el Aedes aegypti, que está instalado en la Ciudad de Buenos Aires, es de los más peligrosos por su capacidad de portar múltiples efermedades.

Dentro de la Ciudad de Buenos Aires, Villa Urquiza es una de las zonas más complicadas y hay una familia que lo sabe muy bien. Valeria Vázquez tuvo dengue y por una mala atención, en medio de la pandemia de Covid-19, provocó el contagio de su novio y su hijo.

“El 18 de marzo empecé con dolores de cabeza y fiebre. Pensé que podía ser intoxicación por comida y llamé a un médico a domicilio. Pensaron que podía ser coronavirus y me querían dejar tres días aislada. El servicio de emergencia me hacía un seguimiento por WhatsApp hasta que mi médico personal me encargó un análisis de sangre y se confirmó que tenía dengue. Lo que no sabía es que hay un período ventana en el que podés contagiar a través del mosquito y así fue”, relató Vázquez.

La vecina de Villa Urquiza explicó que “en su cuadra hay más casos" y creen "que es por una obra que tiene un depósito de agua, en que hoy no están trabajando y no tienen acceso”.

“Nuestra calidad de vida está reducida porque tenemos que tener mucho cuidado de que no nos pique otra cepa. En la Comuna 12 hay casi 400 casos, pero no tenemos respuesta. Están todos abocados al coronavirus. La prepaga me trató como si tuviese Covid y el servicio de emergencia me dijo que si no tenía problemas respiratorios, no venían. La epidemia del dengue está tapada por la pandemia y no te dan la atención que se necesita”, finalizó.

La mirada de la AGCBA

En 2018, la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires aprobó un informe en base a datos de 2016, en el que aseguró que las acciones tomadas en marco de la epidemia del dengue "son una respuesta de emergencia y no un plan sistemático y constante, que forme parte de una estrategia preventiva".