La Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó el informe “Violencia contra la mujer durante COVID-19” acerca del impacto que tuvo la pandemia concluyó que hubo un incremento de casos en el mundo. El análisis recopila y analiza resultados de encuestas de Evaluación Rápida de Género (ERG) en 13 países.

El trabajo, dirigido por ONU Mujeres, está construido con datos de la policía, líneas directas de violencia de género, macro datos de búsquedas en línea y publicaciones en redes sociales. Las variables demuestran que la violencia contra mujeres y niñas se intensificó desde el brote del virus. Además en varios países se redujeron los servicios de apoyo a víctimas y la financiación para los organismos y organizaciones locales de mujeres que se encargan de prestar servicios para reducir la violencia contra la mujer.

De acuerdo al informe, el 45% de las mujeres han estado expuestas directa o indirectamente a al menos una forma de violencia.

Los parámetros que se evaluaron dentro del informe son abuso físico, abuso verbal, imposibilitar el acceso a las necesidades básicas (es decir atención médica, dinero, comida), negar algún tipo de comunicación y el acoso sexual. Según las encuestas, el 45% de las mujeres han estado expuestas directa o indirectamente a al menos una forma. El 23% padeció abuso verbal y negación de recursos básicos. Asimismo, otro 21% de las encuestadas informó denegación de comunicación. El 16% reportó acoso sexual y el 15% de las consultadas informó abuso físico. 

Las más afectadas

La ONU también analizó las secuelas generadas luego de tener COVID-19. Las mujeres que experimentaron o conocen a otras mujeres que padecieron una forma de violencia desde el COVID-19 tenían 1,3 veces más probabilidades de reportar un aumento del estrés mental y emocional que las que no lo experimentaron. 

Existe una determinada franja de edad en mujeres que son más vulnerables. Desde los 18 a 49 años son el grupo más afectado, 1 de cada 2 padecen o conocen a alguien que padece algún tipo de violencia. Según datos de las ERG, 3 de cada 10 mujeres (34%) mayores de 60 años y más de 4 de cada 10 mujeres de 50 a 59 años (42%) informaron haber experimentado violencia o haber conocido a alguien que la sufrió desde que comenzó la pandemia.

Además, el 56% de las encuestadas señalaron que la violencia doméstica por parte de sus parejas sigue siendo un fenómeno común en varias comunidades. En países como Bangladesh y Kenia, apunta el informe, está normalizada. 

ONU Mujeres fomentó la sensibilización sobre el aumento de violencia a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

La organización ONU Mujeres proporcionó capacitación y apoyo técnico, desarrolló investigaciones y asesoramiento sobre políticas y difundió las respuestas a la violencia contra la mujer en medio de la pandemia. Además, fomentó la sensibilización a través de los medios de comunicación y las redes sociales sobre el aumento de violencia hacia mujeres relacionados con el COVID-19. A su vez, trabajan junto a gobiernos y socios para garantizar que las medidas para abordar la violencia contra las mujeres y las niñas se incluyan en los esfuerzos de respuesta y recuperación de la pandemia, a nivel regional y mundial.

Los países fueron encuestados en función de la diversidad regional y se priorizó a los que tienen ingresos medianos y bajos que implementan programas relacionados con ONU Mujeres. Junto con el sistema de encuestas se recopilaron datos de 16145 mujeres (al menos 1200 por país) de 18 años o más. Los estados analizados fueron Albania, Bangladesh, Camerún, Colombia, Costa de Marfil, Jordania, Kenya, Kirguistán, Marruecos, Nigeria, Paraguay, Tailandia y Ucrania.