El Gobierno reglamentó la Ley de Gestión Integral de Residuos Domiciliarios, la norma que busca mejorar el manejo de los desechos que se generan en los comercios, hogares, instituciones e industrias del país. La autoridad de aplicación será el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. 

Según lo dispuesto por la ley, los residuos domiciliarios son los elementos, objetos o sustancias que se generan y desechan en actividades domésticas, abarcando también los asimilables en sus características a los que tengan origen sea comercial, institucional, asistencial e industrial. Lo que busca la norma es lograr un adecuado y racional manejo de los residuos domiciliarios mediante su gestión integral, con el objetivo de proteger el ambiente y la calidad de vida de la población. A la vez intenta minimizar la cantidad los residuos con destino a disposición final.

En la reglamentación aprobada por el Ejecutivo se aclara que la gestión integral de los residuos domiciliarios deberá respetar una orden de jerarquía de opciones: prevención/ minimización; reutilización/ reuso; recupero; tratamiento; disposición final. Esta disposición puede variar siempre que se encuentre “suficientemente fundamentada” por parte del responsable de la gestión ante la autoridad correspondiente, teniendo en cuenta el tipo de material del que se trate, las mejores técnicas y prácticas ambientales disponibles, entre otros factores.

Colores para clasificar

Junto con la reglamentación se sumó como anexo el Código unificado de colores para la clasificación e identificación de fracciones de residuos domiciliarios. Fue presentado como un “instrumento estratégico que unifica la manera en que cada fracción de los residuos domiciliarios es identificada y segregada en la fuente de origen”, con el objetivo de de fomentar “la cultura ciudadana en la materia y facilitando consecuentemente la labor de la industria de valorización de residuos en todo el país”.

Con la ley apuntan a unificar criterios para la separación de residuos y promover el hábito en la ciudadanía. 

El texto recomienda a las provincias adoptar un sistema de gestión integral que asegure la segregación de los residuos domiciliarios. La separación de residuos, que hasta ahora se hizo con señaléticas verdes (para reciclables) y negras (basura), ahora debería ser residuos secos valorizables (verde), residuos considerados basura (negro), residuos orgánicos valorizables (marrón), residuos plásticos (amarillo), residuos de papel y cartón (azul), residuos de vidrios (blanco) y residuos de metales (gris). 

La reglamentación aclara que para las jurisdicciones en las que la disposición inicial selectiva sea binaria, se deberá contemplar la adopción del código unificado/estandarizado de colores para las fracciones de residuos secos valorizables y la de residuos considerados basura. A medida que las jurisdicciones vayan incorporando nuevas fracciones de residuos a la disposición inicial diferenciada, éstas deberán respetar el código de color asignado a dicho grupo de materiales.