Violencia laboral en Argentina: naturalización y pocas denuncias
Seis de cada 10 trabajadores y trabajadoras sufren situaciones de violencia. Las mujeres y personas no binarias son las más afectadas. Los datos se desprenden de la primera encuesta nacional que contó con el impulso de la Iniciativa Spotlight.
Seis de cada 10 trabajadores y trabajadoras sufren situaciones de violencia laboral, y tres de cada 10 aún la padecen en su actual lugar de trabajo. Las mujeres y personas no binarias son los más afectadas. Sin embargo, las denuncias son pocas y se observó un alto grado de naturalización del maltrato laboral.
Los datos se obtuvieron a través de la Encuesta Nacional sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo en Argentina. “Es la primera encuesta sobre violencia laboral que hay en el país desde una perspectiva sindical, no hay otra parecida en el mundo”, explicó Silvina Cid, integrante del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) y de la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral, quien participó del proceso.
El 15 de diciembre de 2020 cumplió un año la Ley 27.580 que ratificó el Convenio 190 sobre violencia y acoso en el mundo laboral de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En este contexto, se presentó los resultados de la encuesta realizada por la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral junto a la Universidad Nacional de Avellaneda y con el impulso de la Iniciativa Spotlight implementada por la OIT.
Distintos tipos de violencia
En cuanto a los tipos de violencia, el 78% de los encuestados experimentó maltratos psicológicos, el 67% discriminación, un 52% violencia sexual y un 35% violencia física. “Hay una gran invisibilización de la violencia laboral, ya que cuando preguntamos si sufrieron algún hecho, les costó reconocerlos. Pero cuando empezamos a preguntar por tipología aparecen. Hay un 30% más de casos cuando preguntamos puntualmente. Tenemos un porcentaje muy grande de violencia laboral naturalizado”, indicó Cid a El Auditor.info.
El 78% de los encuestados reportó maltratos psicológicos, el 67% discriminación, un 52% violencia sexual y un 35% violencia física.
Mujeres y disidencias fueron quienes más violencia laboral sufrieron: el 65,5% en el caso de las primeras y un 87% para personas no binarias. En cuanto a los varones, un 43,5% se vio afectado por la problemática. “La pregunta es ¿qué pasa con los varones? ¿Cómo lo transitan? ¿No la padecen? Nos parece que a lo mejor lo reconocen como parte de su deber ser y se aguantan los hechos, los naturalizan, como parte de una matriz machista. Por eso, a partir de esta encuesta surgieron nuevas preguntas, se inicia un camino que recién empieza, que no sabemos donde va a terminar”, anunció Cid.
El 12,1% de las mujeres embarazadas manifestó haber transitado situaciones de maltrato.
“El género masculino, a diferencia del femenino y de las personas no binarias, mantienen una situación de menor vulnerabilidad en casi todas las variables analizadas”, resaltó el informe. En cuanto a las mujeres embarazadas el 12,1% manifestó haber transitado situaciones de maltrato.
El informe mencionó que la violencia laboral es ejercida mayormente por personas en posiciones jerárquicas. “Ya no es un tema entre compañeros. Hay un problema de poder y los empleadores son responsables”, agregó Cid.
También se registró mayor prevalencia de la violencia laboral en trabajadores de más de 30 años y con mayores niveles educativos. Un 15,8% de los encuestados expresó que hubo un aumento de la violencia a partir de la pandemia y un 3,3% fueron violentados por primera vez en ese momento. En cuanto a las denuncias, son pocas: sólo tres de cada 10 personas afectadas realizaron la denuncia correspondiente.
Convenio 190 de la OIT
El 23 de febrero entra en vigor el Convenio 190, contra el acoso y el maltrato laboral, de esta manera pasa a ser parte de nuestro corpus legal. “Pasamos a tener una ley contra la violencia laboral. El tema es que es una ley muy amplia porque es muy desde lo legal, nos faltaría una reglamentación. Necesitamos una ley nacional o que cada provincia saque su propia normativa. Porque falta operativizar las sanciones por falta de cumplimiento. Pero los jueces ya pueden utilizarla y ya podemos hacerla cumplir”, comentó Cid.
El estudio observó que la violencia psicológica se destaca por sobre las otras en los trabajadores y trabajadoras del sector primario como ganadería y agricultura, donde esta forma de maltrato ronda en un 91,5%. Sectores secundarios y terciarios como industria y construcción o servicios, comercio, sanidad y educación tienen porcentajes que rondan en el 77%.
En cuanto al acoso sexual, los reportes aumentan ante mayor grado de estudios. Las personas con título universitario reportaron mayores porcentajes de acoso sexual (65,2%). Estos casos se encuentran mayormente en el sector primario y secundario, donde entre un 71,9% y un 61,4% de los encuestados, afirmaron ser víctimas de acoso sexual. El sector terciario acumula el mayor porcentaje de trabajadores que sufrieron violencia física con 34,9%, junto con el primario (34,7).
El rol de los sindicatos
Según la encuesta, sólo el 30% de los trabajadores realizaron denuncias por violencia laboral. Entre quienes no realizaron la denuncia, el 27% señaló que el acto de denunciar no servía y el 20% que no le pareció relevante realizarla. Los sindicatos fueron los mediadores en estos conflictos. Entre las razones que aparecieron en relación a denunciar se encuentra el temor a perder el trabajo y el desconocimiento.
Para Cid, el rol de los sindicatos es crucial. “Tenemos que trabajar más en la difusión de la temática y de las herramientas que tienen los trabajadores sobre los espacios de denuncias. Como solos no podemos, tenemos que solicitar más eficiencia a todos los organismos públicos que tienen responsabilidad en prevenir la violencia, pedirles más contundencia. Con estos números ahora podemos tener demandas más concretas y con la operatividad del Convenio en febrero, vamos a tener herramientas muy poderosas para reclamar. Se abrió un camino que no termina acá”, finalizó.