Una investigación aprobada este año por los organismos de control de Argentina, Brasil y Paraguay detectó “irregularidades” en la gestión de un fondo del Mercosur destinado a obras públicas. 

Los recursos integran el llamado Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM), que fue creado en 2004 para financiar programas que promuevan la competitividad, fomenten las economías menores y las regiones menos desarrolladas, y ayuden a fortalecer el proceso de integración de las naciones miembro del Mercado Común del Sur.

Por su parte, los entes de fiscalización que participaron del informe son la Auditoría General de la Nación (Argentina), el Tribunal de Cuentas de la Unión (Brasil), y la Contraloría General del Paraguay. En el texto se aclara que, si bien Uruguay también es beneficiara de los proyectos ejecutados mediante el FOCEM, los vecinos orientales no intervinieron en este informe. 

El FOCEM en números

Según se explicó, el Fondo de Convergencia es conformado con unos 100 millones de dólares por año, de los cuales Brasil aporta el 70%, la Argentina el 27%, Uruguay el 2% y Paraguay el 1% restante. El informe también añade que desde 2012 Venezuela ingresó a la iniciativa, entregando unos US$ 27 millones, pero la participación bolivariana no fue analizada en esta oportunidad. 

Con respecto a cómo se reparte el dinero, y teniendo en cuenta el objetivo de fomentar las economías menores, las naciones que menos aportan son las que más recursos reciben. Así, de los US$ 100 millones anuales, Paraguay obtiene el 48% y Uruguay el 32%, mientras que Brasil y Argentina perciben un 10% cada una.

Desde el nacimiento del FOCEM, y en función de ese mecanismo de reparto, la Argentina recibió US$ 84.404.385 dólares, de los cuales, dice la investigación, “se asignó el 48,2% -algo más de US$ 42 millones-, a unos seis proyectos elevados y aprobados por el Fondo”, tres de ellos vinculados a la obra pública (ver Los emprendimientos auditados).

Los números del Brasil son similares a los de Argentina: recibió US$ 81,3 millones y tiene cinco proyectos en ejecución, dos de obra pública, que alcanzan los US$ 44,4 millones (un 55%).

Por último, hasta 2014 se financiaron 20 emprendimientos en Paraguay, de los cuales uno tuvo que ser rescindido y, del resto, seis están finalizados y 13 se mantenían en ejecución. Para todo esto se ejecutaron $ 628 millones del FOCEM, cifra que representa el 88% del total de dinero recibido por la iniciativa, “lo que indica un alto grado de implementación de recursos”, señala la investigación conjunta, y agrega que al mismo tiempo ese monto equivale casi a dos tercios de “todos los proyectos aprobados para la región”.

En términos globales, de los 46 proyectos financiados por el FOCEM, “26 poseen componente de obra pública por un total de US$ 1.471.912.525”.

Los emprendimientos auditados

De las obras ejecutadas en la Argentina mediante el Fondo de Convergencia, el informe de los organismos de control seleccionó la interconexión en 132 kilowatts entre Iberá y Paso de los Libres, en la provincia de Corrientes, y los trabajos en escuelas de Santa Fe. En lo que tiene que ver estrictamente con estos emprendimientos, la AGN aprobó el año pasado un informe en el que se destacan varias irregularidades.

Por el lado del Brasil, la obra auditada fue la ampliación del Sistema de Agotamiento Sanitario de Ponta Porá, Mato Grosso do Sul, en la frontera con Paraguay, mientras que en este último país, el emprendimiento analizado fue la pavimentación del camino que une las localidades de Concepción y Vallemi (foto).

Irregularidades en todas las obras

Los organismos de control focalizaron sus observaciones en varios aspectos. En primer lugar, el cumplimiento de los países a la hora de aportar recursos al FOCEM, teniendo en cuenta que las transferencias deben hacerse el 31 de mayo y el 30 de noviembre de cada año. 

En ese sentido, se verificó que de los 16 aportes analizados hechos por la Argentina, 13 se efectuaron “con demoras de entre 1 y 274 días”, con un promedio de tardanza de 90 días. Por su parte, Brasil adeuda las transferencias correspondientes a 2013. Mientras que Paraguay registró un “cumplimiento en tiempo y forma” de los plazos establecidos para los aportes.

Con respecto al grado de cumplimiento de los procesos administrativos de los proyectos, los entes remarcaron “ciertas irregularidades en todas las obras”. 

Por ejemplo, el informe dice que “en el caso de Argentina, existen atrasos entre la fecha en que el proyecto es considerado elegible y la firma del Convenio FOCEM”, y completa: “Brasil registra errores formales en los convenios, como imprecisiones en el objeto y en el alcance. Para Paraguay por su parte, que tiene varios proyectos vigentes, se destaca como punto positivo que las adquisiciones de servicios de contratistas se realizaron conforme a la normativa establecida, sin embargo se detectó uno de ellos sin Marco Lógico y otro que no es adecuado y que carece de requisitos para una ejecución efectiva”.

Además, “en Argentina se destaca la ausencia de la documentación que acredite los antecedentes en las contrataciones que dé cumplimiento a la normativa nacional vigente y los expedientes licitatorios tienen debilidades de control interno”. Por su parte, Brasil mostró “atrasos en los plazos para el otorgamiento de la ‘no objeción’ por parte de la Unidad Técnica del FOCEM generando demoras en el inicio del servicio. Y también se detectaron deficiencias en la presentación del pliego de licitación”. Mientras que en Paraguay aparecieron “atrasos en los llamados a contratación de contratistas y fiscalizadores”. 

Sobre si los proyectos fueron adecuados para ser licitados, ejecutados y cumplidos, el relevamiento destaca el caso argentino porque ambas obras analizadas -la interconexión correntina y las escuelas santafecinas-, “han sufrido modificaciones técnicas sin su debido fundamento y con antelación al proceso licitatorio, lo que determina diferencias entre la ejecución y el proyecto original”. 

“Esta situación -suma el informe- también se dio en dos obras en Paraguay. Además, una vez terminados los trabajos, los proyectos son sujetos a ampliaciones y estas variaciones son debilidades en la planificación que generan variaciones en los plazos de ejecución y en los costos”.

Otras observaciones están vinculadas a los plazos previstos en las obras. Sobre eso, la investigación de los tres organismos apunta que “en los tres países no se cumplen las metas físicas en términos de duración de proyectos, verificándose atrasos significativos en la ejecución de las trabajo que afectan el plazo de entrega. Por otra parte en Argentina y Paraguay no se ha cumplido con el cronograma financiero previsto”.

Para completar, el capítulo vinculado a la fiscalización de los emprendimientos afirma que “el control sólo se cumple parcialmente en ambos proyectos de Argentina.  Y se detectó falta de inspecciones técnicas y contables, de remisión de informes de auditoría externa al organismo de control interno. En Paraguay se observó la falta de auditorías internas”.