El Tribunal de Cuentas de Mendoza decidió multar a tres altos funcionarios del Hospital Teodor J. Schestakow tras detectar las mismas irregularidades cometidas en períodos anteriores (del 2008 al 2010): compras directas que superan los montos permitidos y desdoblamiento de gastos para evitar los procedimientos de licitación.

Quienes sufrieron las sanciones fueron el Director Ejecutivo del centro de salud, multado por $ 2000 y el Gerente Administrativo y la Contadora General por $ 4000 cada uno.

Uno de los incumplimientos que encontró el Tribunal en la rendición de cuentas del Hospital, de 2011, fue que “el monto de las compras mensuales por vía directa fue mayor al permitido”, situación que perjudica la transparencia de las adquisiciones.

Es importante recordar que la contratación directa es una modalidad de compra de bienes que solamente puede utilizarse en ocasiones excepcionales.  En general, se autoriza este procedimiento cuando se trate de contrataciones de bajo monto,  se tenga la necesidad de contar con algún bien en forma urgente,  situaciones imprevistas o de fuerza mayor que no permitan hacer los trámites de una licitación, son los ejemplos más comunes.

En el caso del hospital mendocino, por el contrario, “se compraron materiales o insumos de uso normal, habitual, frecuente y previsible, por lo que debió preverse al inicio de cada ejercicio el llamado a licitación para esos productos”. A ello se le suma que el equipo de auditoría no pudo encontrar en los expedientes “constancias de los presupuestos ni la publicación en la página Web”.  

Otra de las irregularidades que derivó en las multas fue la del desdoblamiento de los gastos. El equipo de auditoría observó que “había muchas compras en forma simultánea o sucesiva dentro del mismo mes de elementos o servicios iguales que omiten el procedimiento de licitación”. En pocas palabras, lo que se hacía era dividir el monto de la compra para que caiga dentro de los parámetros que permiten la contratación directa.  

A pesar del descargo de los responsables, quienes justificaron su accionar por “desabastecimiento de insumos”, “déficit presupuestario” y “la urgencia y especificidad de determinadas patologías”, el Tribunal de cuentas decidió multar a los responsables por la reincidencia del accionar.