Para llevar adelante la actividad portuaria, “la Administración General de Puertos (AGP) presupuesta altos montos de inversión -para obras- que no utiliza”, lo que genera que se “disminuya la cantidad y calidad de los servicios que presta”. Así lo dice un trabajo de la Auditoría de la Nación (AGN).

Según se explica en el informe aprobado en abril de este año, para 2009 la AGP presupuestó casi 52 millones de pesos para la realización de obras en el puerto de Buenos Aires, pero sólo ejecutó el 18% de ese dinero. En 2008 utilizó el 9% de lo previsto, en 2007 el 18%, en 2006 el 8,1% y en 2005 nada más que el 5,5%.

Actualmente, las obras que tiene a su cargo -la AGP Sociedad del Estado, que administra y controla los puertos comerciales de la Argentina- se pueden agrupar en tres categorías: “mejorar los accesos náuticos, ferroviarios, viales y optimizar las condiciones de seguridad para la navegación y aumentar el mantenimiento de la infraestructura, edificios y otras instalaciones portuarias”.

Dentro de estas tareas, las de dragado y balizamiento, que consisten en limpiar los sedimentos para aumentar la profundidad del canal navegable y disponer de una correcta señalización flotante, “son las obligaciones más importantes que tiene que afrontar la AGP”. Pero en el informe se destaca que pese a haberse firmado dos convenios para llevar adelante la labor con la Dirección Nacional de Vías Navegables (DNVN), en 2003 y en 2009, el organismo de control detectó que “los volúmenes ejecutados no responden a los previstos” en los acuerdos. Es decir, que no se realizó la cantidad de trabajos estimados. Frente a esta situación, “la Auditoría de puertos recurrió sistemáticamente a contrataciones complementarias”, sentenció el organismo de control.

La AGN agregó que “el incumplimiento de la DNVN es sistemático” y se ocasiona, en gran medida, por el estado de los equipos (embarcaciones y artefactos navales) que aporta para realizar las obras. Esta situación, asegura la Auditoría, “es de conocimiento de la AGP” y, por tanto, “un hecho predecible a fin de evitar los contratos directos”. El informe señala que además, si bien en el último convenio celebrado “se identifica el equipamiento comprometido” para llevar adelante los trabajos, “está basado en un inventario de 2001, que no fue actualizado”.


Accesos

En cuanto a las obras para mejorar los accesos ferroviarios, “la más importante es la que se está haciendo en el Puerto de Buenos Aires para establecer interfaces entre el transporte terrestre y el acuático”, y así “fortalecer la competitividad de la economía”. Pero del análisis surge que “entre la aprobación de la licitación y el inicio de la obra transcurrieron 1072 días”, lo que equivale a un poco más de tres años.

Los trabajos comenzaron en febrero de 2009, pero la obra “se detuvo en septiembre de 2010 con un avance del 22,2%”. Al momento de cierre de la auditoría (diciembre de 2010), “existía una causa judicial iniciada por el Belgrano Cargas, que denunciaba la usurpación del predio y vías férreas impidiendo la circulación del ferrocarril y la continuación de la obra”.


Canales

En cuanto a los dragados, el organismo de control señaló que durante 2007 se había ejecutado el 51% de los metros cúbicos estimados para ese año, mientras que en 2008 se hizo el 60% y en 2009 el 39%, descendiendo notoriamente para el último año tomado.

Los trabajos para la adecuación de los canales Norte y Acceso al Puerto de Buenos Aires “fueron concedidos por contratación directa, en 2006, a la empresa UTE SERVIMAGNUS SA SDC DO BRASIL ROWING SA”. Por el tiempo transcurrido entre la oferta y la adjudicación de la obra y por el volumen de sedimentos a extraer (que fue superior a lo previsto) el contrato aumento de 34 millones de pesos más IVA a 49 millones más impuestos. La propia contratista fue la que realizó el análisis “del que resultó que la magnitud del dragado a ejecutar era un 54% más de lo previsto por la AGP”, diferencia que fue reconocida por la Administración de puestos y que se ve reflejada en el precio final de la obra. Según la AGN esto “evidencia insuficiencias en las tareas de relevamiento previas para determinar los volúmenes a extraer”.


Plan Maestro

Otra de las principales observaciones que realizó la Auditoría en relación a las obras es que “no hay un plan que detalle objetivos, actividades, plazos, montos y responsables de manera que pueda realizarse un seguimiento y evaluar resultados”. Ésta tarea está a cargo de la Gerencia de Ingeniería, pero la AGN afirma que “la información que le remitieron a los auditores no constituye un proyecto de obra”.