Durante 2020 el foco del cuidado de la salud estuvo puesto en la prevención, detección y cuidado del contagio, los síntomas y consecuencias del COVID-19. Pero, una vez superado el año más intenso de la pandemia, los centros de salud (y los pacientes) debieron reacomodarse para volver a los estudios de rutina y al seguimiento de las otras patologías que afectan a la ciudadanía en general.

Muchas personas relegaron durante la cuarentena sus controles ante la adversa situación de salud mundial, pero lo cierto es que muchos pacientes debieron continuar sus tratamientos y chequeos a pesar del contexto de riesgo de contagio.

Tal es el caso de quienes padecen enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). Estas patologías son de larga duración, evolución generalmente lenta e inicio asintomático, y han sido identificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la principal amenaza y la primera causa de muerte a nivel mundial.

Las principales ECNT son la diabetes (DBT), las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, la obesidad, el cáncer de colon y génito-mamario, la insuficiencia renal crónica y distintas lesiones de causa externa.

La mayoría de estos pacientes que utilizan la salud pública en CABA son atendidos en los Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSACs), popularmente conocidos como “la salita”. Estos espacios, junto con los Centros Médicos Barriales (CMB), conforman el Primer Nivel de Atención (PNA) del Sistema Público de Salud.

A fin de evaluar el manejo de las enfermedades antes mencionadas (ECNT) en esta primera instancia, la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) seleccionó nueve CeSACs (zona sur, centro y norte de la ciudad) que constituyen el 20%, sobre el total de 45 que existen, y conforman el 31,6% del total de las consultas recibidas.

En azul, los 45 CeSACS de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En azul, los 45 CeSACS de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los CeSACs seleccionados fueron: de zona sur, Hospital Santojanni, Argerich, Grierson, Piñero y Penna; de zona centro, Hospital Vélez Sarsfield y Ramos Mejía; y de zona norte, Hospital Pirovano y Fernández.

La búsqueda de la revisión era evaluar la adecuación de los recursos al cumplimiento de los objetivos institucionales y operativos, en los términos de economía, eficiencia y eficacia.

Si bien el PNA incluye también los CMB, en esta ocasión se excluyeron de la misma por no corresponder al objeto de auditoría.

Las tareas de revisión fueron sobre las gestiones del año 2021, y los hallazgos no fueron favorables.

Falta de equipos y de insumos

En primer lugar, el informe detalla falencias de equipamiento. De los nueve centros monitoreados, ninguno tenía equipo específico para el abordaje de pacientes con ECNT, ni equipamiento mínimo para atención, ni manuales de procedimientos propios.

Según la Auditoría, el CeSAC 5 refirió que tuvieron grandes inconvenientes en la entrega de aerocámaras para mayores de 6 años. Las mismas son otorgadas mediante el Programa de Internación Abreviada, pero solamente a menores de esa edad. Desde el centro efectuaron los reclamos (sin respuesta hasta el momento del informe) para que también se entreguen a adultos.

En relación al personal, el CeSAC 24 y el 5 encontraron que hay cargos de profesionales por cubrir debido a la falta de concursos, y en cuanto a la capacitación del personal de salud, al momento de la entrevista “no recordaban información al respecto”.

Existen cargos profesionales sin cubrir debido a la falta de concursos.

Las falencias del espacio físico se encuentran entre los hallazgos. El CeSAC 5 informó falta de espacio, reclamado con anterioridad, pero sin respuestas a la fecha.

Según lo comentado en el informe, debido a esto y como consecuencia de la pandemia de COVID-19, debieron ajustar la modalidad de atención llegando a improvisar una sala de espera por fuera del edificio.

Por último, en relación a la provisión de insumos médicos, el 88,8% de los CeSACs reportaron inconvenientes con la medicación para personas con diabetes durante el primer trimestre del año.

A su vez, el 55,5% de los centros manifestaron que la modificación de los medidores de glucosa (glucómetros), debido al cambio en la empresa licitante, generó grandes inconvenientes en la población asistida. Las tiras reactivas que utilizaban para la medición de glucosa no correspondían a los nuevos aparatos.

Según los auditados, fue imposible cubrir a toda la población, teniendo que dar menos tiras reactivas e indicando un cambio en el control de la glucemia. Declararon haber elevado reiterados reclamos por desabastecimiento de medicación. 

Además, el Cesac 24 indicó que durante el 2021 hubo faltantes de insulina (lapiceras NPH) y que tuvieron que dispensar insulina en frascos ampolla, generando inconvenientes tanto en su conservación como en su aplicación, en detrimento de la adherencia al tratamiento. Por este punto, los pacientes efectuaron la denuncia correspondiente en la Defensoría del Pueblo.

Por otra parte, el CeSAC 21 informó que durante el período auditado hubo faltantes de medicamentos, principalmente de medicamentos “de alta rotación”, como la insulina y la metformina (diabetes) y el enalapril (hipertensión). Comentaron que uno de los problemas fue el presupuesto asignado, y declararon que no llega a cubrir la demanda, “sobre todo en los meses de enero y febrero”. 

Del Instagram de saludba

Historia Clínica Electrónica y sistema de turnos 

En otro orden de factores, la Auditoría también puso el foco en la gestión de información de los pacientes y el sistema utilizado para administrar turnos.

En primer lugar, constataron diferencias en la cantidad de atendidos, así como errores y falta de información en los registros de datos personales.

La falta de implementación  y parametrización de módulos en la Historia Clínica Electrónica (HCE) dificulta el registro de datos por parte del profesional. Por ejemplo, según el informe, el módulo “Antecedentes del paciente” no se encuentra normalizado, y existe un “campo libre” donde el profesional tratante registra según su criterio profesional.

Con relación al módulo “Laboratorio/Estudios complementarios”, se encuentra en desarrollo.

No es la primera vez que se señala desde una auditoría esta falencia, la misma problemática fue expuesta en un informe de la AGCBA, realizado durante el 2020 a distintos hospitales de CABA.

Se destaca nuevamente ya que imposibilita el cumplimiento de uno de los objetivos específicos de la Unidad, que apunta a “Utilizar la Historia Clínica Electrónica Única que permita el registro y seguimiento de las ECNT”.

Con respecto a los turnos, el 33% de los CeSACs incluidos en la muestra informaron no tener acceso a turnos protegidos durante el período 2021. Según los auditados, la cantidad de turnos protegidos ofrecidos no logró cubrir la demanda producida por el aumento de consultas en el Primer Nivel de Atención (PNA), donde se inicia el cuidado de estas enfermedades.

Hubo poca oferta de turnos protegidos dentro del gestor de encuentros para derivación, por lo que los pacientes debieron gestionar sus propios turnos en el hospital.

Por ejemplo, el CeSAC 5 detalló que hubo poca oferta de turnos protegidos dentro del gestor de encuentros para derivación, por lo que los pacientes debieron gestionar sus propios turnos en el hospital. En sumatoria a esto, la mayor parte de las veces declararon no haberlo conseguido.

Como prueba tangible de esta problemática, la paciencia necesaria para conseguir una cita médica y las dificultades que esta tarea representa, se encuentran entre los reclamos más expresados por los usuarios en las reseñas de cada una de estas “salitas”.

Cabe destacar que el profesionalismo médico y la calidez en la atención suelen ser los puntos valorados y resaltados por los pacientes.

Por último, a partir de la pandemia se comenzó a implementar la metodología de teleconsulta. La misma busca facilitar el acceso al asesoramiento médico y brindar celeridad en aquellos casos que no requieren de un primer encuentro presencial.

Sin embargo, por ejemplo, en el CeSAC 5 no se utilizó este sistema ya que el servicio de internet siempre fue “de mala calidad”. Por otra parte, el CeSAC 21 refirió que fue un sistema “difícil de sostener” ya que los pacientes cambian sus números y la base de datos no se actualiza.

Por último, otra falencia repetida del informe antes mencionado es que la totalidad de los efectores incluidos en la muestra no contó con estadísticas de elaboración propia. Se supone que esto debería realizarse a partir de la implementación del SIGHEOS (herramienta informática integral y unificada para la gestión de los hospitales del GCBA).

La ausencia de estadísticas imposibilita desglosar las consultas por enfermedad, dificultando el registro estadístico de las patologías crónicas para su gestión. Por ejemplo, el CeSAC 24 informó que todos los registros de consultas son solicitados a la Dirección de Estadísticas de la CABA, considerando una debilidad no poder contar con datos estadísticos propios para efectuar una gestión de manera correcta.

En el CeSAC N°5 no se utilizó el sistema de teleconsulta debido a la “mala calidad” del internet.

Como crítica, el CeSAC 21 manifestó que “con el SIGEHOS es casi imposible determinar cuáles son consultas de primera vez, ulteriores, embarazadas, diabéticos o cantidad de partos”. A modo constructivo declararon que lo ideal para poder manejar estadísticas fehacientes sería tener un sistema propio dentro de cada CeSAC.

En adhesión, el CeSAC 5 afirmó que los datos proporcionados por el Centro de Estadísticas del GCBA no reflejan la cantidad real de pacientes atendidos ya que la atención por demanda espontánea no es registrada por la HCE (Historia Clínica Electrónica), resultando datos no representativos, no solo para la gestión sino para la solicitud de medicación e insumos.

Por último, se han detectado diferencias en los datos suministrados por las áreas auditadas que hacen al seguimiento activo de personas bajo cuidado y, en consecuencia, a la demanda real de medicamentos que deberá proveerse.

La AGCBA enfatizó sobre la importancia de otorgar una estructura formal a la UECNT y formalizar las designaciones que correspondan. Asimismo hizo hincapié en que debe fortalecerse la coordinación entre los Centros de Salud, CEMAR y los hospitales correspondientes, para poder brindar la atención integral necesaria en esta primera instancia de asistencia.