Mientras esta semana el Poder Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados el proyecto de Presupuesto para el año que viene, el Ministerio de Economía dio a conocer recientemente la Cuenta de Inversión correspondiente a 2007. De esa rendición sobre cómo se ejecutó el Presupuesto surge que el Estado no logró el superávit que preveía. Es que el resultado financiero, es decir la diferencia entre los ingresos totales y los gastos totales, fue un 30% más bajo que lo esperado.

En los últimos años, la Ley de Leyes registró una subestimación en sus variables que permitió la ampliación de la brecha entre los valores aprobados y los efectivamente ejecutados.

En concepto de ingresos corrientes, se recaudaron $ 146.723 millones, un 23% más del monto calculado originalmente. Esta diferencia, de $27.429 millones, equivale al 90% de lo efectivamente recaudado por el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Mientras que los ingresos de capital, las compras de activos reales o financieros, ascendieron a $ 741 millones, 32% menos con respecto a lo estimado en la Ley y una diferencia de $ 356 millones. Así, la Cuenta de Inversión determinó que los ingresos totales, la suma entre los ingresos corrientes y de capital, fueron de $ 147.464 millones, 22% por encima de lo previsto con un excedente de $ 27.073 millones.

Por otro lado, los gastos corrientes -destinados a bienes y servicios que no suponen un incremento patrimonial, y a cancelar intereses de deuda-, se registró una ejecución de $ 124.394 millones, un 24% por sobre lo calculado, es decir que hubo erogaciones por $ 24.400 millones por encima de lo presupuestado. La subestimación más pronunciada en puntos porcentuales aparece en los gastos de capital, que son aquellos con los que se adquieren activos reales o financieros por razones de política fiscal. Por ese concepto el Estado gastó $ 18.026 millones, 36% arriba de lo previsto y se alcanzó una diferencia de $ 4.799 millones. Los gastos totales, la suma de las erogaciones corrientes y de capital, fueron $ 142.421 millones, un 26% superior a lo autorizado, o sea, se gastaron $ 29.200 millones más de lo que establecía el Presupuesto.

El resultado financiero, la diferencia entre los ingresos y los gastos totales, registró, en rigor, un superávit de algo más de $ 5.043 millones. Pero, según lo que preveía el Presupuesto 2007, esa cifra fue un 30% más baja de lo esperado.

Por otra parte, las fuentes financieras, constituidas por el endeudamiento público y la disminución en la inversión financiera, ascendieron a $ 101.941 millones, con un incremento del 49% con respecto a lo estipulado en la Ley. Es decir, hubo más financiación. Sin embargo, las aplicaciones financieras –esencialmente aplicadas en mayor proporción a las amortizaciones de préstamos y cancelación de capital de títulos públicos-, sumaron $ 106.985 millones y, así, se cumplieron compromisos por un 42% más de lo autorizado. El financiamiento neto, la diferencia entre fuentes y aplicaciones financieras dio negativo y fue solventado con el resultado financiero que se obtuvo en todo el ejercicio.