Publicado: 03-11-2011
  
El Gobierno anunció que elimina subsidios a los servicios públicos de algunas empresas. La medida luego se extendería a más sectores, incluyendo las casas de familia. Traspasan el subte a la Ciudad.

En privado, el ministro de Economía y vicepresidente electo, Amado Boudou, ya le había adelantado a varios empresarios que se venía un recorte a los subsidios en los servicios públicos (luz, gas y agua), tal como señaló Clarín en su edición del último domingo. Ayer, Boudou y el ministro de Planificación, Julio De Vido, anunciaron oficialmente el arranque de esas medidas. Se quitará todo el subsidio a los servicios públicos que pagan bancos y financieras, aseguradoras, empresas de juegos de azar (casino, bingos, hipódromos), aeropuertos como Ezeiza y Aeroparque, compañías de telefonía móvil y firmas dedicadas a actividades extractivas (como hidrocarburos y minería). A partir de ahora, deberán pagar la totalidad de la factura, sin ninguna bonificación.

Hoy, los boletas de los servicios públicos vienen con un precio que incluye los "subsidios del Gobierno nacional". En general, ese monto subsidiado aparece sombreado en rojo o destacado con la leyenda "subsidio al consumo". Por ejemplo, un comercio cuyo cargo bimestral de luz es de $ 333,72 puede recibir un subsidio de $ 154,25.

En los hogares, el subsidio puede ser aún mayor.

Si se eliminan estos beneficios, el precio que se pagará por la luz, el gas y el agua será más alto. Las tarifas sin subsidios implicarán un incremento en la cantidad de plata que las personas destinan a los servicios, aunque en lo formal el precio del servicio no aumente.

El puntapié inicial es con algunas industrias, pero luego una comisión mixta (de Economía y Planificación, en la que también participará la Sindicatura General de la Nación) revisarán los subsidios a más industrias y casas de familia.

"Damos inicio a una nueva etapa de personalización de los subsidios", dijo Boudou. "Nadie puede recibir un subsidio que no necesita, porque eso lo termina pagando el resto de los argentinos", especificó.

"Aquellos que vivimos en Puerto Madero o en un country (el ministro de Economía miró al de Planificación) estamos en una situación de capacidad contributiva muy distinta del resto de la población", ejemplificó el vicepresidente electo, para justificar que los sectores pudientes perderán los beneficios que están recibiendo.

El Gobierno prometió que cada 15 días "irá anunciando algo" como resultado de la política para eliminar subsidios que considere innecesarios o mal aplicados. El primer anuncio implica un ahorro de $ 600 millones, pero los subsidios representaron ya este año más de $45.000 millones. De todas formas, hay dudas sobre cómo se hizo esta cuenta: un casino no paga lo mismo por la luz en Capital que en Córdoba.

"Previendo las tapas de mañana (por hoy), las tarifas no se modifican. Lo que se va a cambiar es el rango de los subsidios en la medida que los sectores no ameriten necesitarlos. Estamos hablando de subsidios, no de tarifas. La comisión que formamos no tiene objeto las tarifas", se atajó De Vido.

Lo anunciado por los ministros tendrá impacto en los bolsillos, aunque todavía no se puede determinar cuándo se anunciará la revisión que afecte a los hogares residenciales. La medida de quitar subsidios a familias "pudientes" era reclamada hasta por los economistas más ortodoxos.

Si se eliminan o reducen los subsidios, como indicó el Gobierno, la tarifa seguirá siendo la misma, pero como no habrá bonificaciones (de las que ahora se hace cargo el Estado nacional) el usuario terminará pagando una suma que puede ser el doble o triple que ahora, según el hogar.

"Lo importante es avanzar en esto en forma no traumática. Ya hemos tenido alguna experiencia donde se hablaba permanentemente de los subsidios y cuando el Gobierno avanzó, en el Congreso de la Nación algunos sectores salieron a frenar lo mismo que pedían unos días antes", caracterizó Boudou.

Aunque empezarán por los servicios públicos, el transporte también está en la mira. El Gobierno le transferirá el subte a la ciudad de Buenos Aires (ver pág. 6) y está estudiando modificar los subsidios a colectivos y trenes.

"Estamos llevando la universalización de las tarjetas SUBE. Los diarios dicen que hay poco uso (empresarios de colectivos explicaron a Clarín que roza el 30% del total de los viajes), pero hoy (por ayer) toda la línea Belgrano Norte de Ferrocarril estaba en el SUBE", planteó De Vido. "En los próximos 3 a 4 meses vamos a tener una visión más clara del uso de cada uno de los usuarios y qué sectores necesitan los subsidios. Se arrojarán resultados semanales o quincenales con nuevas medidas", marcó el titular de Planificación. Allí se piensa en tarifas diferenciales según donde se viva: quién viaja del segundo cordón del conurbano a Capital podría pagar menos que quien se traslade de Belgrano al Obelisco.