El IVC se creó en 2003 para reemplazar a la Comisión Municipal de la Vivienda (CMV) y darle dinamismo a la construcción de viviendas. Sin embargo, el dinamismo nunca llegó. En el último informe de la Auditoría General de la ciudad, sobre el 2006, señalan como principales falencias:

- No existe coordinación entre las diversas áreas y la contabilidad carece de los recursos más básicos de transparencia, con faltas de controles sobre los materiales.

- El IVC hizo compras y contrataciones eludiendo los mecanismos de licitación, amparándose en la Ley de Emergencia Habitacional.

- Hubo 300 viviendas terminadas que no fueron entregadas porque, al construirlas, no licitaron los servicios de agua y gas. El IVC gasta cerca de 11 millones de pesos anuales en camiones atmosféricos.

- Cerró el registro para nuevos beneficiarios de viviendas, desde 2006.

En la Auditoría, remarcan que Macri no lo volvió a abrir el registro y que, en lo que va auditado de 2007 “nada mejoró, está peor que antes”.

Por los retrasos en la construcción, ya tuvieron dos fallos en contra firmados por el juez Roberto Andrés Gallardo. En uno de ellos, describió dos irregularidades más, en este caso, para los refugiados de la incendiada Villa Cartón, que permanecen en condiciones precarias en el Parque Roca. En el fallo, Su Señoría indicaba dos hechos para no olvidar:

- El laboratorio químico de la Policía Federal estableció que los bidones de agua que les daban no son aptos para consumo humano.

- Destinaron 161.975 pesos a la construcción de dos comedores que nunca se hicieron. Luego volvieron a destinar ese dinero para construirlo.

Los funcionarios que tomaron esas decisiones no fueron despedidos.