En la Ciudad, un área detecta daños al medio ambiente, pero otra se encarga de cobrar las multas
Por un lado, la Agencia de Protección Ambiental comprueba las infracciones y, por el otro, la aplicación de los cargos es competencia de la Agencia Gubernamental de Control, que se queda con el dinero. Según la Auditoría General porteña, “la superposición del poder de policía se agrava por la inexistencia de canales de comunicación” entre las dependencias.