Dengue: ¿cómo prevenir el contagio?
En Argentina, entre 2019 y 2020, hubo más de 56 mil casos de la enfermedad transmitida por el Aedes aegypti. ¿Cuáles son los síntomas? ¿Hay tratamiento?
El verano y el calor exponen a la población nuevamente al dengue, una enfermedad que se transmite a través de mosquitos infectados y que está presente en muchas de las provincias del país. Si no se toman los recaudos necesarios para prevenirlo, puede ser grave. Acá te contamos cómo se transmite, cuáles son los síntomas y qué se debe hacer en caso de picaduras de este insecto.
El dengue es una enfermedad endémica en más de 100 países, que reaparece todos los años en el verano, aunque puede estar presente también en invierno debido a los cambios climáticos y los aumentos de temperatura en meses otoñales o invernales. De 2019 a 2020 hubo en Argentina más de 56 mil casos según el reporte Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, la mayor cifra registrada en nuestro país.
¿Cómo se transmite y cuáles son sus síntomas?
La enfermedad viral del dengue es transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, que al picar a una persona enferma con el patógeno comienza a transmitir la enfermedad a las personas que son picadas luego. Solo se contagia a través de este mosquito y no entre humanos. Aunque, existe la posibilidad de que se transmita de madre a hijo durante el embarazo.
Una vez que el mosquito infectado de dengue pica el tiempo de incubación es de 4 a 10 días y el síntoma más frecuente es la fiebre acompañada de otros malestares como:
- Síntomas gripales.
- Fiebre constante.
- Vómitos y náuseas.
- Cansancio corporal intenso.
- Dolor detrás de los ojos, muscular, de cabeza y de articulaciones.
- Picazón, comezón, cutánea.
- Sangrado de encías y nariz.
- Manchas en la piel.
Los síntomas duran entre 2 y 7 días, es recomendable no automedicarse. No ingerir medicamentos orales ni inyectables y consultar rápidamente al médico o centro de salud cercano.
Formas de prevenir el dengue
La mejor forma de prevenir el dengue es eliminando los posibles criaderos de mosquitos. Los mosquitos se reproducen en el agua estancada, por eso es necesario:
- Vaciar y cepillar los recipientes con agua, o donde se pueda acumular agua, tanto en el interior de la casa como en el exterior de la misma.
- Dar vuelta los objetos que puedan juntar agua de lluvia como botellas, cacharros, latas, tambores, entre otros. Tapar los contenedores que puedan recolectar agua.
- No usar floreros con agua, utilizar arena húmeda.
- Limpiar desagües y canaletas de los techos.
- Tirar el agua que se junta del desagüe de los aires acondicionados. Cambiar el agua de bebederos de animales limpiando bien las paredes de los recipientes para remover huevos de mosquitos adheridos.
- Colocar mosquitero en rejillas y limpiar con agua hirviendo.
- Mantener balcones, patios y jardines desmalezados y limpios. Ponerle cloro a la pileta o piscina.
- Otra de las posibilidades para atacar a los mosquitos es la fumigación aunque no es suficiente ni recomendable en muchos casos. Los insecticidas sirven para matar al mosquito adulto pero no sus huevos ni larvas. Esta acción debe ser evaluada por las autoridades sanitarias y no es recomendable realizarla en casos de sospecha de dengue.
Prevención de picaduras
- Los mosquiteros colocados en puertas y ventanas son una buena opción para evitar picaduras de mosquitos, sobre todo del Aedes aegypti.
- Usar repelente de mosquitos, ya sean comerciales o sus alternativas naturales.
- Proteger los espacios de los más chicos con tela mosquitera como cunas y cochecitos.
- Utilizar repelentes para ambientes como espirales o tabletas.
- Cubrir brazos y piernas con ropa clara durante las actividades al aire libre.
Tratamiento para el dengue
Ante la duda es fundamental consultar con un médico o acudir al centro de salud más cercano. Actualmente no hay vacunas ni tratamiento específico, pero se recomienda a las personas infectadas hidratarse con agua y realizar controles médicos a diarios. La enfermedad puede tornarse grave, por eso es importante consultar al médico o centro de salud ante la duda o aparición de síntomas.
1 de cada 20 infectados pueden padecer una forma grave de dengue con hinchazón de cuerpo o hemorragias. La mortalidad en pacientes graves es del 1% aproximadamente. Existen cuatro cepas diferentes del virus, por lo que es posible volver a tener dengue y estas reinfecciones pueden ocasionar un cuadro severo. Los cuatro serotipos son DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4, todos circulan en la región y muchas veces de forma simultánea. La infección por dos serotipos, en distintos momentos, aumenta el riesgo de padecer dengue grave.
Para evitar una posible epidemia o casos de dengue grave, lo más importante es la prevención. Es esencial que las personas que fueron infectadas usen repelentes para mosquitos y tomen las medidas necesarias para evitar re-infecciones, y además, evitar que mosquitos sanos los piquen y el patógeno siga expandiéndose.
¿Cómo reconocer al mosquito del dengue?
En el mundo hay unas 3.500 especies de mosquito, de las cuales 246 están en Argentina. Los mosquitos Aedes aegyptis son solo vectores, esto quiere decir que no nacen con dengue y para transmitirlo, antes tienen que picar a una persona que tenga la enfermedad. De ahí en más, el mosquito cada vez que pique transmitirá el patógeno. Solo el mosquito hembra. Para reconocerlo es necesario tener en cuenta sus características físicas: tiene manchas blancas en sus patas y en el dorso. Suele picar mayormente por la mañana, entre las 6 y 10, y por la tarde, entre las 18 y las 21 hs.
Es un insecto doméstico, que vuela poco, no más de 50 metros. Se esconde en lugares oscuros y frescos como detrás de muebles o debajo de las camas, en objetos con agua ponen sus huevos, especialmente en verano, que luego se crían. Además de dengue, pueden transmitir otras enfermedades como Zika, Chikungunya o fiebre amarilla. Los espacios propicios para que este mosquito se crie puede ser cualquier lugar donde se acumule agua, no es necesario que haya patio o jardín.
Estadísticas, aumentos de casos y expectativas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al año se registran 400 millones de casos. Durante los últimos meses se incrementaron los casos en Perú, Brasil, Bolivia y Paraguay, asimismo de chikungunya tanto en Paraguay como en Brasil. Hasta el momento no existen vacunas aprobadas para la prevención del dengue, zika o chikungunya.
En Argentina en el período 2019 - 2020 hubo más de 56 mil casos. Y solo en la Ciudad de Buenos Aires se registraron más de 7 mil personas con el patógeno en 2020. En un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires de 2018, el organismo de control porteño aseguró que las acciones tomadas en el marco de la epidemia del dengue no eran parte de un plan sistemático y constante.
Por el cambio climático, estas enfermedades catalogadas como tropicales y subtropicales se propagaron hasta el sur de Argentina y en la región de Cuyo, lugares donde antes el vector no tenía presencia. Por ejemplo en 2020 se observó un brote en La Rioja con unos 10 mil casos de dengue. Con el aumento de las temperaturas los mosquitos comenzaron a estar en nuevas provincias y regiones, estos insectos necesitan el calor para reproducirse por lo que el panorama no es alentador. Cada mosquito puede poner hasta 300 huevos, que durante el invierno esperan la llegada del calor para salir a la luz, por esto la erradicación de contenedores de agua es esencial para evitar que la población crezca y se desencadene una epidemia.
Vacunas contra el dengue
En Argentina, y también en otros países, existe una vacuna aprobada que la OMS solo recomienda aplicar en quienes ya sufrieron dengue, tienen entre 9 y 60 años, y viven en lugares donde la prevalencia es del 79%. En abril de este año, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) aprobó la vacuna japonesa contra el dengue que llegará a nuestro país en la primavera 2023. La vacuna TAK-003 consta de dos dosis que deben ser aplicadas con un intervalo de tres meses y sirve tanto para personas que hayan tenido dengue o no.