El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) realizó el informe “¿Una nueva normalidad? Las madres en la recuperación socioeconómica de la pospandemia”. Los investigadores Florencia Caro Sachetti y Juan Camisassa concluyeron que ellas son "las que sufrieron más el impacto y aún continúan rezagadas en el retorno a la normalidad”.

Las oportunidades para las mujeres aumentaron en las últimas décadas, sin embargo, su autonomía económica continúa siendo una problemática, agravada por el contexto pandémico. La implementación de medidas para mitigar la circulación de COVID-19 buscó evitar el colapso del sistema sanitario, a pesar de esto, repercutió y desbordó las estrategias de los hogares para articular el trabajo pago con el trabajo no remunerado. Esto sobrecargó especialmente a las mujeres y, entre ellas, a las madres.

"El número de madres activas cayó un 24% entre marzo y junio del 2020, y aún no se restablecieron los niveles prepandemia", según CIPPEC.

Ellas sufrieron más el impacto de la pandemia en la participación laboral y su nivel de ingresos. Además, la mayor demanda de cuidado y trabajo doméstico ante las medidas de confinamiento también cayó sobre sus hombros”, según el documento de la organización.

De acuerdo con los datos publicados, previo a marzo de 2020, el 68% de las mujeres madres de entre 16 y 59 años participaba del mercado de trabajo. Por su parte, el porcentaje de las que no tenían hijos ascendía a 73%. En los varones, el efecto era opuesto: los padres intervenían más (97%) que quienes no lo eran (90%).

En el segundo trimestre de 2020, la cantidad de madres activas cayó 18% respecto al trimestre previo, cerca del doble que los padres y las mujeres sin hijos/as. Así, su participación laboral se situó en 57%, según la investigación de CIPPEC. 

La reactivación de la economía a partir del tercer trimestre de 2020 se tradujo en una progresiva recuperación. Pese a los indicadores favorables, el número de madres activas cayó un 24% entre marzo y junio del 2020, y aún no se restablecieron los niveles prepandemia. El documento mencionó que “la maternidad, en especial cuando requiere mayor demanda de cuidados, parece correlacionarse con la severidad de las consecuencias negativas de la pandemia”.

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Las medidas implementadas para mitigar la circulación de COVID-19 replegaron todas las actividades a la esfera doméstica, lo que sobrecargó especialmente a las mujeres y, aún más, a las madres. En abril de 2020, el 63% de las mujeres madres declaraban dedicar más tiempo a las tareas familiares de la casa y el 51% se sentían más sobrecargadas; el cuidado de niños/as surgía como uno de los principales motivos de sobrecarga (28%).

Un año después, esos indicadores aún demuestran que el tiempo y actividades domésticas continúan bajo la órbita femenina. El documento presentó que el 47% de las madres declaró dedicar más tiempo al hogar y la familia en comparación a la vieja normalidad y su sensación de sobrecarga no había variado.

El documento indicó que el 47% de las madres dedica más tiempo al hogar y la familia en comparación a la vieja normalidad.

Los investigadores creen necesario articular actividades diversas en un escenario de semi-presencialidad, en comparación a las modalidades completamente remotas. El cuidado, como actividad fundamental para sostener el entramado productivo y reproductivo de nuestra sociedad, debe ser un eje prioritario en las estrategias de recuperación.

Para este fin, CIPPEC cree importante avanzar en la creación de un "sistema integral y federal de cuidados" que reconozca el valor del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, reduzca su carga y la redistribuya, tanto entre los géneros como entre las familias, el Estado, la comunidad y el mercado.