A fines del 2019 las autoridades del Hospital Moyano dieron a conocer una propuesta que prevé unirlo con el Borda y el Tobar García en un mismo edificio. Sin un proyecto formal y con incertidumbres, los trabajadores de este servicio exigen una reunión con el ministro de Salud porteño, Fernán Quiros, y con Aldo Cariadi, responsable de la Unidad de Proyectos Especiales Red Integrada de Cuidados Progresivos para la Salud.

Este martes quienes realizan tareas en las tres instituciones de salud mental resolvieron hacer una asamblea el viernes en la puerta del Ministerio de Salud de la Ciudad.

“La semana pasada junto a diferentes gremios presentamos una nota para exigir una reunión en la que nos entreguen por escrito este proyecto que fue informado de manera verbal”, explicó Mariano Veiga, psicólogo del Moyano y secretario adjunto de la Asociación Gremial Interdisciplinaria de ese establecimiento (AGHIM), en diálogo con este medio.

Por ley, para enero de este año los centros de salud mental debían estar reconvertidos.

Del mismo modo, comentó que “lo único que buscan es ser parte de la discusión sobre qué tipo de salud mental se quiere y que desean un mejor servicio, con más personal, mejores condiciones y aparatología". Sin embargo agregó: "No queremos unificar y achicar prestaciones. Eso sería descabellado”.

En 2010 se sancionó la Ley 26.657 de Salud Mental mediante la cual se estableció un plazo de diez años para terminar con los neuropsiquiátricos. Es decir, que para enero de este año, estos centros de salud debían estar reconvertidos.

En agosto de 2019, a cinco meses de vencerse el plazo, se firmó un acuerdo entre la Asociación de Médicos Municipales y el Ministerio de Salud de la Ciudad, que garantizaba el normal funcionamiento del Borda y el Moyano.

El Hospital Borda, con un predio de 16 hectáreas, funciona desde 1863 brindando atención a hombres.
El Hospital Borda, con un predio de 16 hectáreas, funciona desde 1863 brindando atención a hombres.

En esta acta se comprometían a refuncionalizar los neuropsiquiátricos en vez de cerrarlos. Meses después, la situación es otra. “Juntar los nosocomios no sería conveniente. La normativa indica que hay que cerrar los hospitales monovalentes porque deben remplazarse por dispositivos alternativos de atención de salud mental y tiene que haber una atención pero de forma aguda y no crónica”, explicó el psicólogo.

Desde el gobierno de la Ciudad “se amparan en la ley para llevar adelante esta unificación, pero primero tienen que consultar esta iniciativa con trabajadores y usuarios del sistema. Esta decisión no se puede tomar de esta forma, vertical e inconsulta”, denunció Veiga.

Por su parte, fuentes del Ministerio de Salud afirmaron en otros medios que "no hay ningún plan de intervención hasta no lograr el marco de acuerdos necesarios para implementarlo" y que se está trabajando en eso para "ir avanzando hacia la actualización y fortalecimiento de los hospitales de salud mental complementándolos con servicios de otras especialidades dentro del marco de la ley nacional"

El Hospital Borda, con un predio de 16 hectáreas, funciona desde 1863 brindando atención a hombres. El Moyano, con un poco más de superficie, es para mujeres y el Tobar García, fundado en 1968, para niños y adolescentes. Los tres están ubicados en el barrio de Barracas. La unificación significaría que los pacientes y usuarios pasen a compartir espacios, con las contradicciones que eso implica.

Por su parte, la legisladora Marta Martínez, del bloque Autodeterminación y Libertad, presentó en la Legislatura porteña un pedido de informes para que se de a conocer los planes que hay con los hospitales. Se solicitan precisiones sobre lo que ocurrirá con los empleados, el destino de los inmuebles y dónde se mudaran estos servicios.

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“Desconfiamos de que sea algo favorable. El gobierno de la Ciudad carga con el antecedente de haber privatizado más de 200 hectáreas en su último mandato, batiendo record en relación a gestiones anteriores, sobre la base de que los terrenos de Barracas son muy preciados”, finalizó el secretario adjunto de AGHIM. Estas instalaciones ocupan más de 30 hectómetros cuadrados.

Control

En 2017 la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) publicó un informe sobre el estado de los hospitales porteños en el que se detallaban las condiciones de algunos neuropsiquiátricos. 

En el Borda encontraron irregularidades en las instalaciones de gas y eléctricas. Calefacción insuficiente, mantenimiento deficiente, baños sin agua caliente, filtraciones y humedad formaban parte del panorama.

Las condiciones en el Tobar García no eran mejores. En 2008 la AGCBA encontró varias falencias en el establecimiento de niños y adolescentes como superpoblación, mala alimentación para pacientes, enfermeros con sobreturnos y demoras en la extenuación.

En 2011, este mismo organismo de control informó acerca de las graves condiciones edilicias del Hospital Braulio A. Moyano: techos con sustancias cancerígenas, cielorrasos que se caen, sectores sin gas desde hace años, turnos con demora de más de 180 días y controles ginecológicos cada dos años.

Hoy muchas de las observaciones fueron subsanadas pero situación no es muy distinta. Con algunas mejoras, este último funciona, entre otras cosas, sin cocina propia desde hace un año.