Publicado en el suplemento

Acciones para la Participación Ciudadana, de Diario Perfil

La pandemia no discriminó. Durante 2020, la gran mayoría de las actividades donde se pudiera juntar gente fueron canceladas. Con el decreto del Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO), que reemplazaba al aislamiento, volvieron muchas, cada una con sus respectivos protocolos. ¿Qué pasó con el entretenimiento? Escenarios y estadios apagaron las luces y varias competencias, en distintos niveles, debieron reprogramarse. Entre otros eventos, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tendrán lugar entre julio y agosto de este año, mientras que la Copa América de fútbol y la Eurocopa se disputarán entre junio y julio, si la pandemia lo permite. Sin embargo, en las ligas de distintos países la pelota volvió a rodar. En Argentina, el puntapié inicial tuvo lugar el 30 de octubre.

Cambios y protocolo

Para esta fecha, muchos de los fanáticos del fútbol argentino estarían visitando alguna ciudad, probablemente Mar del Plata, para ver el tradicional torneo de verano. Sin embargo, el calendario reconfigurado propone para enero la definición de los tres torneos vigentes: la rebautizada Copa Diego Maradona, la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, todas con fecha de finalización en las últimas semanas del primer mes del año.

El deporte favorito de los argentinos también tuvo que atender ciertas modificaciones para que fuera viable retomar entrenamientos y partidos. Tal vez, la más dolorosa fue vaciar las tribunas y que la pelota girara sin el público presente en las canchas.

“El primer protocolo lo hice en marzo, fue mutando porque fuimos aprendiendo. El que aprobó el Gobierno para el fútbol argentino es el que se está practicando y hasta el momento, ha sido un éxito”, aseguró a Acciones Donato Villani, a cargo de la Comisión Médica de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Según el profesional de la salud, el resultado es satisfactorio por la toma de conciencia que hubo por parte de los dirigentes, los jugadores y la prensa. “Todo el mundo trabajó bien, a conciencia”, precisó.

Los cuidados puestos en marcha en julio de 2020 establecen consideraciones médicas para el desarrollo de la actividad futbolística, apuntando a la higiene y distancia en los entrenamientos, a la realización de testeos y seguimiento en los casos que fuera necesario y a la precaución en los desplazamientos e instalaciones.

Además de las ya conocidas medidas como el lavado de manos, el uso de desinfectante o la recomendación de evitar tocarse los ojos, boca y nariz, para los y las deportistas profesionales hubo otras restricciones. En el retorno, las indicaciones eran que no entrenaran más de seis jugadores en la misma cancha, así como evitar compartir el equipamiento deportivo, darse la mano, chocar los cinco y cualquier otro tipo de contacto físico. El abrazo de gol queda suspendido hasta nuevo aviso, aunque a veces pareciera resultar incontenible.

“El entrenamiento propuesto en burbujas fue muy bueno, el único club que tuvo complicaciones importantes fue Boca, pero nunca se definió a ciencia cierta cuál fue el problema” reflexionó Villani. Consultado por el mayor riesgo al que estuvieron expuestos quienes reanudaron sus actividades, consideró que “el problema más grande estaba en el traslado, hay jugadores de categorías inferiores que no tienen movilidad propia, por eso hubo muchos clubes que los llevaban en remises, por ejemplo. El mayor inconveniente era cómo se movilizaban, no el fútbol en sí”.

A pesar de ciertos permisos que se habilitaron durante los últimos meses en lo que concierne a encuentros sociales, Villani sostuvo que “los clubes no se relajaron. El fútbol está muy por debajo de las estadísticas en materia de contagios en comparación con otras actividades. Si se sigue trabajando como hasta ahora, no habría grandes riesgos, el mayor hoy por hoy es el vestuario, porque el jugador se cuida ahí, pero se puede haber contagiado yendo al almacén”.

Para Donato Villani, médico de AFA, “el problema más grande estaba en el traslado, porque hay jugadores de categorías inferiores que no tienen movilidad propia".

En un primer momento, la AFA había propuesto para el regreso a los entrenamientos que los planteles se realizaran el test serológico, que se lleva a cabo mediante una pequeña extracción de sangre de un dedo.

Sin embargo, muchos equipos optaron por hacer los conocidos como PCR, el famoso hisopado nasal, ya que lo consideraban un método más confiable. Así, la mayoría de los clubes de la primera categoría hisopan a sus jugadores una vez por semana. Cuando se detecta un caso positivo, se lo aisla y se sigue su evolución.  

¿Qué panorama se vislumbra para 2012? Trabajan para habilitar la competencia en inferiores. “Vamos bien, pero bajo ningún punto de vista hay que relajarse porque es evidente que todavía la enfermedad no está derrotada. En cuanto sigamos cumpliendo el protocolo, tengo una muy buena expectativa para lo que viene. Seguimos testeando semanalmente a los árbitros, a los jugadores y a los dirigentes”, concluyó Villani.

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