Tras analizar la labor de la Aduana de Río Gallegos, la Auditoría General de la Nación (AGN) concluyó, entre otras cosas, que en el área de sumarios de esa dependencia se registra una “destacable inactividad procesal”. Es que se detectó que esa seccional tuvo paralizado durante un año y medio un expediente de más de U$S 3,5 millones.

La historia comenzó en septiembre de 2006, cuando la compañía Enap Sipetrol Argentina, filial internacional de la Empresa Nacional del Petróleo de Chile, una especie de YPF trasandina, impugnó un cargo por impuestos por un monto de U$S 3.516.946,69. Según la AGN, “la envergadura del tema” provocó la intervención de varios estamentos de la Aduana de Buenos Aires, entre ellos la División Valoración de Exportación, la jefatura del Departamento Gestión Estratégica de Valor, la Dirección Gestión del Riesgo y hasta la subdirectora General de Control Aduanero, quien se pronunció sobre el caso en octubre de 2007. “Desde esa fecha –continúa la Auditoría-, no se produjeron novedades en el expediente hasta la emisión del Dictamen Jurídico de fecha 27 de abril de 2009, es decir, un año y seis meses después”.

El organismo de control completó que, “por último, el Administrador de Aduana emitió Resolución confirmatoria sin fecha ni número”, y que hasta el 14 de enero del año pasado la causa se encontraba en el Tribunal Fiscal de la Nación, a la espera de una resolución definitiva, lo que, hasta el cierre de la investigación, no ocurrió.

Otras observaciones

Por otra parte, la Auditoría describió otras falencias tanto en la Aduana de Río Gallegos, como de Bariloche y Mendoza.

En el puesto santacruceño, por ejemplo, no hay un software para detectar estupefacientes. Además, para la mercadería en condición de secuestro no se utiliza un sistema informático de registro ni un control del inventario.

En el depósito, en tanto, los auditores encontraron cajas abiertas sin identificación de Acta Lote y señalaron que los archivos de documentación están desordenados y son insuficientes. También manifestaron que la única medida de prevención contra incendios son algunos matafuegos.

El organismo de control detectó que existe escases de personal: la Sección Verificación solo cuenta con cuatro efectivos para realizar todas sus tareas y la Sección Contabilidad dispone de todo el personal “solo en situaciones excepcionales”, ya que debe cubrir los cuatro pasos fronterizos que dependen de esta aduana.

Mendoza

La zona aduanera de Puerto Seco está destinada principalmente a facilitar las operaciones de comercio exterior por vía terrestre. El equipo de auditores señaló que este punto de control suele colapsarse con frecuencia por el volumen de camiones que operan allí. Además, detallaron que las cámaras de seguridad resultan insuficientes y que la situación edilicia y sanitaria no es la adecuada.

Sobre el depósito de secuestros, la AGN verificó que está en muy malas condiciones, que es insuficiente y que está sobrecargada al igual que el espacio donde funciona el archivo. El lugar carece de detectores de humo o calor que permitan evitar un futuro incendio.

Si bien se promueven cursos orientados a la operativa aduanera, la falta de personal y la necesidad de cubrir puntos operativos hacen imposible su postulación. Asimismo, el personal trabaja de manera precaria, ya que no cuenta con guantes, cascos, antiparras y demás elementos necesarios para su seguridad.

A pesar de que la escasez de recursos humanos en las Aduanas de Fronteras ya había sido observada por la Auditoría con anterioridad, el problema aún subsiste en la aduana mendocina.

Bariloche

En esta aduana la AGN detectó una “inadecuada capacitación del personal”. En relación al tema, el personal de la Sección Verificaciones expresó que la formación científica y técnica “no resulta suficiente para las necesidad de la operativa en materia tecnológica”. Tanto, que las empresas INVAP/TECNO ACCION/NUSOFT ponen a disposición “un ingeniero que intensifica la descripción específica del material a importar y/o exportar”, y los auditores añadieron que esta “es la operatoria más sensible ya que es la exportación de materiales científicos (reactores nucleares, satélites, radares, etc.)”.