La Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires (APrA) organizó un encuentro sobre género y ambiente. La charla se centró en "Feminismos y Biodiversidad”, los aportes de grupos feministas al ecologismo y la necesidad de crear un espacio propio para la participación en acciones ambientales.

De la jornada participaron representantes de la Colectiva de Observadoras de Aves Feministas y de la Asociación Civil Bosque Urbano

“Agustina de Gracia, de Aves Feministas y técnica del programa de flora del Ecoparque Interactivo de la Ciudad, sostuvo que los organismos y agrupaciones vinculadas al ambiente eran "espacios dominados por hombres"  y que el surgimiento de movimientos feministas fueron un impulso para "hacer un club para mujeres donde podamos charlar de las cosas que nos incomodan, hacernos cargo de lo que pensábamos”. 

En esa línea, de Gracia aseguró que “el feminismo llegó para quedarse" y destacó que un sector del movimiento está muy involucrado con todo lo que respecta a la naturaleza. “Hay una historia que dice que las mujeres no podemos participar. Por eso muchas no quieren formar parte de comisiones directivas de organizaciones o clubes. Tenemos que empoderarnos y ver que podemos. Somos partícipes y es importante nuestro aporte para mejorar los ecosistemas”, agregó.

Un cambio de paradigmas

Nela Soto Torrico es integrante de Vecinxs por la Reserva Natural de Laferrere y también integrante del COAF. Durante su intervención aseguró que el presente convoca a "cambiar la forma de conectarnos con el ambiente" y demanda una relación más sana. "Es toda una revolución cuando te vinculás de otra manera con el entorno y con la gente", señaló. 

Las expositoras aseguraron que es un momento de cambio y una oportunidad para repensar la relación con el ambiente.

Por su parte, Giannina Fusari Bazzi, diseñadora industrial e integrante de Bosque Urbano se refirió al proyecto de biodigestores para la conversión de residuos orgánicos y energéticos. “Fue muy difícil conseguir un equipo de mujeres con quien llevar adelante el proyecto. No por falta de conocimientos, sino porque hay inseguridad y timidez en ocupar esos espacios, que generalmente son cubiertos por hombres”, reveló Fusari Bazzi, quien además es directora de Tricicla Soluciones.