Las ciudades sostenibles son resilientes a los impactos del cambio climático logrando la plena realización de los derechos de sus habitantes. Desde 2014, la Organización de las Naciones Unidas estableció el 31 de octubre como el Día Mundial de las Ciudades para fomentar el desarrollo sustentable y alentar a la cooperación en su planificación. Pensar de manera sustentable estos espacios se vuelve clave para el futuro.

"El derecho a la ciudad debe ser contemplado como derecho colectivo", indicó Fernando Quiroga, coordinador de Proyecto ODS.

La Agenda 2030 establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre ellos el ODS 11 que invita a pensar ciudades y asentamientos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. “Agenda 2030 tiene sentido en un territorio y el ODS 11 es la condensación de todos los objetivos en un lugar específico”, indicó Fernando Quiroga, coordinador de Proyecto ODS del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, ente encargado de llevar a adelante las acciones para la adaptación y el cumplimiento de este marco internacional. 

“El desafío es implementar la agenda en territorios específicos. Es importante pensar en ciudades sostenibles que respetan el medio ambiente, con políticas de desarrollo económico e inclusión social, ciudades accesibles, diversas, plurales, justas, que respeten la igualdad de género y promuevan las diversidades. El derecho a la ciudad debe ser contemplado como derecho colectivo”, agregó Quiroga. 

Las acciones que se realizan para el cumplimiento de la Agenda en todas las provincias, menos en San Luis y Formosa, tienen más de 100 convenios de cooperación, firmados y por firmar, que buscan avanzar con capacitaciones, herramientas, políticas públicas y espacios de participación. “Creamos foros locales en cada ciudad que son espacios para pensar entre todos qué modelos de desarrollo sostenible queremos”, mencionó el funcionario.

Junto a Naciones Unidas

Una de las iniciativas vinculadas con el ODS 11 es “Mejoramiento de la Infraestructura Federal para el Desarrollo Sostenible (MIF)” que comenzó en 2020 y aún continúa vigente. Llevada a cabo por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación y con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) que actúa como un organismo técnico brindando apoyo al Gobierno Nacional desde el 2016. 

Desde entonces, se implementaron proyectos en nueve provincias y 140 localidades, 331 viviendas fueron mejoradas y 87 se construyeron nuevas. También, se concretaron más de cuatro mil conexiones intradomiciliarias a la red de agua potable y saneamiento, se iniciaron 84 obras de espacios públicos y se realizaron más de 660 mesas de trabajo.

Recientemente, UNOPS y la Universidad de Oxford publicaron conjuntamente el Informe Infraestructura para la acción por el clima, un estudio donde se presentan las medidas que serán claves para que los gobiernos puedan garantizar la incorporación de medidas de adaptación y mitigación para procurar alcanzar la sostenibilidad en el largo plazo.

¿Cuáles son los retos que presentan las ciudades del futuro?

Ciudades inteligentes y sostenibles

Desde hace un tiempo las ciudades vienen siendo agentes de cambio. Actualmente más de 50% de la población mundial vive en ciudades y para 2050 se calcula que será el 70%. Asimismo, generan el 75% de las emisiones de carbono. Pensar en la sustentabilidad de las urbes se torna indispensable para el futuro. Desde hace 20 años el término Smart Cities viene tomando relevancia, ofreciendo soluciones innovadoras a la hora de gestionar, planificar y diseñar estos espacios urbanos.

Una ciudad inteligente es también una ciudad sostenible. “Si bien el término Smart Cities nace asociado del factor tecnológico; incorporar tecnologías para mejorar la gestión urbana, con el paso del tiempo, la preocupación ambiental y la agenda de desarrollo sostenible, el concepto comenzó a migrar hacia: Sustainable Smart Cities”, indicó Luca Bellocchio, fundadora de Trend Smart Cities y directora de la Diplomatura en Smart Cities de la Universidad Austral.

"Las ciudades deben migrar hacia un modelo de ciudad inteligente y sostenible", afirmó Lucía Bellocchio.

“Las ciudades deben migrar hacia un modelo de ciudad inteligente y sostenible, poner la tecnología al servicio del ambiente. Ya no se puede concebir la idea una innovación tecnológica en entornos urbanos si contamina el ambiente. La tecnología ocupa un rol importante en la lucha contra el cambio climático por la posibilidad de escalar soluciones. Desde sensores que miden la calidad del aire, tecnologías que generan energía, tecnologías que podrían reducir o absorber la huella de co2”, señaló Bellocchio.  

Movilidad sustentable

Las ciudades acumulan problemáticas como la gestión de los residuos, la planificación urbana, el acceso a los servicios básicos, el acceso al agua y al saneamiento, la contaminación de los ríos, la accesibilidad, la poca cantidad de espacios verdes y la calidad del aire son sólo algunas de las cuestiones que aquejan a las grandes tendidos urbanos, como es el caso de la Ciudad de Buenos Aires donde millones de personas habitan y transitan sus calles a diario.

El transporte es un tema clave. Con la pandemia y las restricciones para el uso del transporte público, cada vez más personas comenzaron a usar bicicletas. En 2020 creció un 27% el uso de estos rodados en la Capital Federal. Esta forma de movilizarse representa cambios de hábitos que favorecen a la salud y al medio ambiente al generar menos emisiones. Sin embargo, la red de ciclovías no acompaña. Según un informe de la Auditoría porteña del año pasado, la red presenta debilidades para cubrir a las poblaciones de bajos recursos, además que las vías de doble carril son más angostas de lo recomendado y pidieron “mejorar las condiciones de seguridad”.

¿Cuáles son los retos que presentan las ciudades del futuro?

Irene Fernández es la presidenta de la Asociación de Ciclistas Urbanos (ACU), usuaria de bicicletas y de la red de ciclovías de la ciudad. “Las ciclovías que se hicieron tienen un gran beneficio, pero necesitamos que cuenten con ciertas características para que sean más seguras: desde sus medidas, diseños y planificación hasta en la iluminación”, indicó.

En la Ciudad, hay 250 kilómetros de bicisendas. Sin embargo, siete de cada 10 hogares vulnerables no cuentan con una ciclovía a menos de tres cuadras.

En la Ciudad, hay 250 kilómetros de bicisendas. Sin embargo, siete de cada 10 hogares vulnerables no cuentan con una ciclovía a menos de tres cuadras.  “La red tiene dos problemas, uno es que está centralizada en el Microcentro, en un principio no se veía tan mal, pero después se comenzó a notar que faltaban ciclovías en zonas residenciales o de poder adquisitivo menor. Es importante que la red sea amplia en donde todo el mundo se mueve. Más allá de lo laboral, tienen que estar contemplados los lugares donde la gente se mueve”, aseveró Fernández.

La referente de ACU remarcó la importancia de incorporar la participación de los ciclistas al diseño de la red: “Ellos conocen mejor que nadie el territorio”. Para Fernández, la bicicleta tiene muchas ventajas. "Resuelve a nivel individual beneficios en la salud, económicos, pero además como sociedad es algo que hay que promover. Hay muchos aspectos que son negativos del uso de los automóviles como la contaminación aérea, la ocupación desigual del espacio público. Tenemos una cultura que promueve una persona un auto y eso nos juega en contra en muchos aspectos”, finalizó.