“Lo que estamos haciendo actualmente es una simulación. No tenemos el equipamiento adecuado, hay situaciones familiares que atender en casa, distracciones y no hay legislación que nos proteja ni regule”, planteó en relación al home office Federico Recagno, Secretario General de la OTR-CABA, Secretario General de la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC) y Presidente de la Fundación Éforo. “Este simulacro nos obliga a considerar que el teletrabajo llegó y se va a quedar, pero que hay pensarlo porque hoy muchos trabajadores lo que hacen en su casa es intentar trabajar”, concluyó.

Sus declaraciones fueron en el marco de una charla virtual celebrada por la Organización de Trabajadores Radicales (OTR) que tenía como objetivo reflexionar sobre los efectos de la pandemia, el presente y futuro del trabajo. El encuentro, realizado a través de la plataforma Zoom, también contó con la participación María Laura Benítez, Directora de Capacitación y Desarrollo de la UBA y del Secretario de Relaciones Internacionales de la OTR, Sergio Hemsani. 

Fue justamente Hemsani fue quien dio inicio a la jornada y manifestó su preocupación por la crisis laboral que existe como consecuencia del Covid-19. “Es importante hablar de la protección del trabajo. Lo único cierto de la pandemia es la incertidumbre. Seguro va a haber cambios y como no sabemos si van a ser buenos o malos es necesario revisar y recrear la legislación laboral”, analizó.

El Secretario de Relaciones Internacionales de la OTR sostuvo que el coronavirus tiene que ser considerado como una enfermedad profesional y estar cubierta por las ART. Es un tema que tenemos que abordar los sindicalistas porque hoy solo están protegidos los trabajadores considerados esenciales”.

Ya entrados en el tema del teletrabajo, María Laura Benítez aseguró que “la pandemia fue un cachetazo que trajo de golpe la necesidad de replantear la relación entre empleados y empleadores”. Recordó que, por ejemplo, Uber y Rappi hace tiempo "proponen relaciones laborales informales que nacieron por la necesidad de los trabajadores, ellos no poseen ninguno de los ejes del trabajo decente”.

En este sentido explicó que hasta febrero de 2020 había dos teorías sobre el futuro del trabajo. “Se hablaba de que la digitalización y la robótica iban a suplir a la mano de obra, pero también se conversaba de la construcción y transformación de las bases laborales y sobre eso tienen que trabajar los sindicatos, con capacitaciones y formación para los avances tecnológicos”, añadió.

Por su parte, Federico Recagno recordó que previo a la cuarentena, un tercio de la población ya estaba trabajando en negro y que ese sector "fue el primero en caer en esta pandemia porque ya tenían problemas de acceso a los derechos laborales". "Eso se vio reflejado en las solicitudes del Ingreso Familiar de Emergencia”, explicó el dirigente de la OTR porteña.

Asimismo, consideró que el trabajo “no desaparece, sino que algunas actividades se reconvierten”. Aunque advirtió que “el problema cuando se modifican las actividades es que el trabajador está en el medio, hay que adaptarse a las nuevas plataformas y ver qué hacemos por los trabajadores”, agregó.