Datos Abiertos: ¿por qué son importantes?
Consultados por El Auditor.info, tres expertos analizan el desarrollo de la apertura de datos en el país, una herramienta clave para la realización de controles, políticas públicas o proyectos comerciales. La importancia de la participación ciudadana en el proceso.
Ya sea para el desempeño de tareas de control, de participación ciudadana, de acceso a la información, de diseño de políticas o proyectos comerciales, los datos públicos son recursos fundamentales. Sobre todo si se trata de cumplimiento de derechos. En Argentina desde 2013, con el surgimiento de los Planes de Acción de Gobierno Abierto, se comenzaron a abrir datos y con la llegada de la Ley de Acceso a la Información y Transparencia Activa en 2016 quedó regulado por ley. ¿Cuál es el panorama actual de la apertura de datos en nuestro país?
El 4 de marzo es el Día Internacional de los Datos Abiertos. Consultados por El Auditor.info, tres especialistas explican las razones y su desarrollo en el país. “Cada vez es más importante, a medida que se van digitalizando más procesos y que van surgiendo más herramientas intensivas en la materia, que los gobiernos publiquen sus propios datos y que eso sea materia prima para otras propuestas y desarrollos”, mencionó Juan Ignacio Belbis, co-director de Betta Lab e investigador principal de la Iniciativa Latinoamericana de Datos Abiertos (ILDA).
Si bien la importancia es clara, Belbis señaló que actualmente está “un poco retraída” la agenda con respecto a la visibilidad pública que tiene y el ímpetu que tenían los propios gobiernos al abrir datos. "Hay muchas iniciativas que han dejado de crecer y están en un ritmo más pasivo, en comparación a lo que fue hace algunos años en la región”, añadió tras los avances que hubo y la promulgación de la Ley 27.275.
Según el Índice de Datos Abiertos de Ciudades de Argentina de 2022, solo 8 de 50 ciudades analizadas tienen un 98% de sus datos abiertos, mientras que 30 están por debajo del 50% de calificación. El promedio del país es del 28% siendo la información administrativa la que más se publica y lo que menos se abre son los gastos en pauta publicitaria y las declaraciones juradas.
“Es importante no dejar caer la agenda desde la sociedad civil y también es necesario encontrar usuarios de esa información. Cuando se genera infraestructura, mecanismos de apertura y después nadie los usa, se vuelve difícil de argumentar. Hay que seguir promoviendo que haya cada vez más usuarios avanzados y reutilizadores para que haya más datos abiertos de calidad”, aseveró Belbis. Desde ILDA se encuentran organizando su evento anual para el mes de noviembre en Uruguay.
Profundizar las medidas de Gobierno Abierto
Ester Kaufman es abogada, máster en Ciencias Políticas y fue una de las impulsoras de la Red Académica de Gobierno Abierto (RAGA). Para ella hasta el momento los gobiernos transitaron por una etapa fácil de la apertura de sus gestiones publicando datos de acuerdo a lo que dice la Ley en portales abiertos, pero falta profundizar. “Los datos que se publican se deciden por oferta y no por demanda”, explicó.
La consecuencia, siguiendo a la especialista, es muy poca población implicada en Gobierno Abierto. “No hay un campo de acciones donde se los involucre, con sus dificultades, capacidades, con sus canales de acceso que pueden no ser digitales y adaptando lo que se ofrece a sus necesidades. De seguir así, seguiremos en esta primera etapa fácil. Se profundizará en la medida en que se considere que no somos todos iguales: los intereses, las necesidades y las situaciones son distintas”, agregó Kaufman.
Para la especialistas los datos abiertos son esenciales como herramientas para superar la inequidad social. Pero para llegar a eso, aún falta recorrer un camino largo.
Transparencia focalizada
Kaufman propone pensar en la transparencia focalizada, que consiste en difundir información a una audiencia determinada para ofrecerles datos que le sean de utilidad en su vida cotidiana y mejorar la toma de decisiones. “La transparencia no se puede dar sin la identificación de cuáles son los destinatarios y la organización de la población por segmentos sociales. La ciudadanía debe diferenciarse en cuanto al modo de informarle y sobre todo respecto a lo que necesita”, reflexionó.
Un portal de datos abiertos que cumpla con lo que se establece por ley puede servirle a un sector determinado de la población, pero tal vez no a todos los ciudadanos si estos datos, como manifestó Kaufman, no están contextualizados y si las formas de visualización no son accesibles. En esta línea, la especialista explicó como ejemplo que Estonia le ofrece información a sus ciudadanos según sus necesidades coyunturales y pedidos concretos.
“Estonia es el país más desarrollado informáticamente, sin embargo es el que menos portales de datos abiertos tiene porque los centraliza en las demandas concretas. No es una oferta fija, sino que es una combinación de datos que brindan la posibilidad de tomar decisiones pertinentes y apropiadas según su situación”, remarcó Kaufman.
Pero no es solo eso, también hay que atender a la accesibilidad de los datos para que todas y todos puedan acceder a ellos: personas no videntes, personas con discapacidades, comunidades indígenas o quienes hablan otras lenguas. “En Yucatán, México, se pueden hacer pedidos de información en lengua indígena y se contesta en la misma lengua. Hay muchos países donde eso está sucediendo y tienen que ver con que la información se transmita y llegue”, expresó la especialista.
El rol de la sociedad y de los Estados
Abrir los datos de una gestión no necesariamente ayuda a mejorarla. Según Oscar Oszlak, investigador superior del CONICET y titular del área de política y gestión publica del Centro de Estudios de Estado y Sociedad, la mejora viene a través de la participación ciudadana que puede surgir gracias a la apertura. “El propósito es que el ciudadano asuma su verdadero lugar frente al Estado y pueda cumplir un triple rol: por un lado participar en el armado de las leyes, co-producir con el Estado bienes y servicios, y por último actuar en el seguimiento el control y la evaluación de la gestión”.
Desde el Estado queda la tarea de hacer accesibles la información y de proveer datos que sean de interés para la ciudadanía. “Hay que hacer un enorme esfuerzo para mejorar la manera en que el Estado se dirige a los ciudadanos, tratar de que los gobiernos hablen un lenguaje claro. En ese sentido hay avances que se están produciendo en muchas partes del mundo. No necesariamente tener un portal significa abrir datos, hay que tener datos que sirvan, que puedan ser reutilizados incluso comercialmente”, afirmó Oszlak
La importancia de la educación y la formación
Oszlak forma parte de la RAGA y dirige el Diplomado en Estado Abierto y Gestión Pública en la Era Exponencial, en la Universidad Nacional de San Martín. “Para que verdaderamente los gobiernos sean transparentes, participativos e innovadores hace falta un esfuerzo mucho más sistemático y una formación que comience muy tempranamente en la vida de las personas, para que los ciudadano se asuman la responsabilidad de la co-gestión con el Estado”, detalló.
La Red Académica de Gobierno Abierto surgió en 2015 y actualmente está conformada por 600 miembros de América Latina y España. Oszlak y Kaufman forman parte de la misma que tiene como objetivos generar espacios de colaboración a nivel tanto local como global del sector académico con el fin de difundir, investigar y enseñar el enfoque de Estado Abierto. “Ante el decaimiento actual del apoyo al sistema democrático es relevante seguir trabajando en estos temas”, finalizó Kaufman.
¿Cómo empezar a abrir los datos de una gestión?
Desde el área de Apertura de Datos de la Jefatura de Gabinete de Ministros ofrecen ayuda y apoyo para los municipios y provincias que deseen emprender este recorrido. En su página oficial se encuentra toda la información necesaria y los contactos a los cuáles dirigirse.