Éforo presentó el Observatorio del Control Público
El lanzamiento de esta herramienta reunió a especialistas del control y, al mismo tiempo, dio lugar a la presentación del primer informe: "Relevamiento web de Organismos de Control en Argentina".
La relación entre democracia, control y rendición de cuentas es fundamental en el funcionamiento de un sistema político que busca representar y servir a la voluntad del pueblo. De este modo, en el marco del cumplimiento de los 40 años del retorno de la democracia en Argentina, Fundación Éforo presentó el Observatorio del Control Público.
Esta herramienta surge de la necesidad de promover la transparencia, rendición de cuentas y mejora continua en la gestión pública. A su vez, la demanda social es cada vez más exigente y consciente de la importancia de contar con organismos de control eficientes y efectivos, que garanticen el acceso a la información relevante y fomenten la divulgación de los resultados de los procesos de control.
El lanzamiento del Observatorio reunió a especialistas del control y, al mismo tiempo, dio lugar a la presentación de su primer informe: "Relevamiento web de Organismos de Control en Argentina".
“Hoy presentamos una herramienta más para que la participación ciudadana sea amplia, abierta y que, en definitiva, logre promover la transparencia, rendición de cuentas, mejore la gestión pública y la democracia”, expresó Carla Pitiot, vicepresidenta de Éforo, al momento de exponer los objetivos e importancia del primer informe del observatorio.
“Identificamos, a través del acceso a la información pública, datos vinculados a fortalezas y debilidades de los organismos de control de la Argentina”, mencionó Pitiot. En detalle, el relevamiento se llevó a cabo analizando los sitios web de los entes gubernamentales.
Control y democracia
En el marco del cumplimiento de los 40 años del retorno de la democracia en Argentina, Éforo reunió a especialistas para conversar sobre control y dicha forma de organización social y política.
“Queremos unir dos hechos, los 40 años de democracia y los 32 de la Auditoría General de la Nación”, enunció Federico Recagno, presidente de Éforo, al momento de moderar el panel.
“El eslabón más débil de los organismos de control es el cumplimiento de las recomendaciones”, indicó Jesús Rodríguez.
El papel de los organismos de control en estos 40 años “no fue el deseable”, afirmó Jesús Rodríguez, presidente de la Auditoría General de la Nación. En esta línea, explicó que esta “frustración” se relaciona con la “debilidad, fragilidad y poca densidad de las instituciones”. Y la consecuencia son los “resultados económicos y sociales del país”, completó.
“Así como las instituciones no han estado a la altura de la circunstancias para generar las condiciones del progresos social en la Argentina, tenemos que mirar con un ojo crítico el funcionamiento de los organismos de control porque, seguramente, tiene una parte de la responsabilidad en ese déficit institucional del país”, reflexionó el titular de la AGN.
Por otro lado, Rodríguez indicó que “el eslabón más débil de los organismos de control es el cumplimiento de las recomendaciones”.
Problemas del control
“El problema de fondo de los organismos de control está en la manera en que la sociedad entiende, ejercita y controla al poder”, relató Leonora Colombo, coautora del libro “El control sobre la administración pública”.
“Falta mucho para que la gente entienda la importancia de que el gobierno sea escrutado y rinda cuentas”, afirmó Leonora Colombo.
El texto parte de la “intuición” que luego -según la coautora- se convierte en “certeza” a lo largo de la investigación. La hipótesis, en concreto, fue que “los organismos de control no funcionaban del todo bien”.
La licenciada en Ciencia Política detalló, además, sobre la necesidad de “empoderar” a los organismos de control. “Falta mucho para que la gente entienda la importancia de que el gobierno sea escrutado y rinda cuentas”, añadió.
Colombo afirmó que las instituciones de control “no están en la agenda pública” y esto afecta su “buen funcionamiento”. “Es necesario generar una discusión seria y profunda que involucre a toda la sociedad respecto a cómo tiene que ser el sistema de control”, completó.