La Red ICJ, compuesta por la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC), la Unión de Empleados de Justicia de la Nación (UEJN) y la Asociación de Empleados Fiscales y de Ingresos Públicos (AEFIP), organizó un conversatorio para debatir sobre la nueva Ley de Teletrabajo, la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el rol del sindicalismo en estos temas.

El Secretario General de APOC Mesa Nacional, Federico Recagno, celebró que junto con los judiciales y los empleados fiscales fueron los únicos sindicatos de base que trabajaron para llegar al Convenio 190. “Buscamos que se reconozca la violencia objetiva. Los trabajadores del control son denunciantes, la violencia hacia ellos puede generar un perjuicio a más gente”. 

En el evento también estuvieron presentes el Secretario General de la UEJEN, Julio Piumato, y de la AEFIP, Pablo Flores. Además expusieron los diputados nacionales, Eduardo Fernandez, Brenda Austin y Carla Pitiot (MC). Los moderadores de la reunión fueron Javier Varetto, Secretario de Relaciones Institucionales AEFIP Mesa Directiva Nacional; Arturo Maldonado, Secretario General de APOC Córdoba y Gabriel Alvarez, Secretario Adjunto UEJEN Córdoba.

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Coincidiendo con Recagno, y continuando con el Convenio 190, Carla Pitiot destacó la labor sindical de APOC al incluir protocolos contra la violencia general: "Lo hicimos en la Defensoría de la provincia de Buenos Aires y en la Auditoría General de la Nación”. Pablo Flores manifestó que la violencia está naturalizada y que hay que trabajar en el ámbito laboral para erradicarla: “Nos queda cooperar entre nosotros para lograr la legislación nacional y hacer cosas desde nuestros convenios”. En la misma línea, Javier Varetto alertó que en Argentina no existe una norma por lo que consideró como "urgente" el avance en la ratificación del convenio a nivel nacional.  

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Por su parte, Piumato argumentó que los trabajadores judiciales sufren violencia objetiva “con cada poder de turno” y Gabriel Alvarez, Secretario Adjunto UEJEN Córdoba, agregó que “el tema del acoso laboral, en la gran mayoría de los casos del poder judicial esconde un mal desempeño de la función, por eso es tan importante que se aborde en profundidad”. En un plano más general, Arturo Maldonado indicó: “es un desafío visibilizar la violencia en la Administración Pública”.

En su exposición, el Diputado Eduardo Fernandez sostuvo que al ratificar el Convenio 190 nuestro país asume políticas vinculadas al derecho a la igualdad, la no discriminación y otros principios fundamentales para el trabajo, por eso consideró "necesario" que los diputados y senadores den "un marco para que los trabajadores hagan sus tareas en un lugar sin violencia”, concluyó.

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La Diputada Nacional, Brenda Austin, fue una de las que presentó un proyecto para ratificar el Convenio 190 en 2019. “La violencia y el acoso son una amenaza para la igualdad de condiciones. Las mujeres están afectadas de manera desproporcionada en lo que atañe a la violencia laboral”, detalló. Según expuso, “hacía mucho tiempo que la OIT no generaba un marco de protección tan amplio para los trabajadores y las trabajadoras; la última norma fue en 2011 para las empleadas domésticas”. Para la parlamentaria, el gran aporte es que el ámbito de aplicación del convenio sea tanto el sector público como el privado, el formal y el informal, el mundo urbano y rural.

Reflexiones sindicales sobre la violencia objetiva y el teletrabajo

“Lo que hace falta es cambiar el paradigma y no solo cuidarnos en el lugar de trabajo, sino erradicar la violencia en la vida cotidiana”, sentenció Austin y agregó: “aprobar este convenio es saldar una deuda histórica que tiene nuestro país con una forma de violencia en particular, la del trabajo”

Teletrabajo

Entre los presentes en el conversatorio hubo unanimidad en un tema: existe un vínculo directo entre las nuevas formas de trabajo y el Convenio 190.

Eduardo Fernandez fue uno de los que presentó un proyecto de ley sobre teletrabajo, el cual sirvió como base para la norma aprobada. “En tiempos de trabajo a distancia, la sobrecarga de tareas, la hiperconectividad y el deber de cumplir, a la vez, con las tareas de cuidado, vuelve urgente la regulación. Por eso tenemos una ley, más allá de las críticas, es el reconocimiento del Estado de los derechos de los trabajadores”, dijo.

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Sobre este tema, Federico Recagno remarcó que “las TICS traen muchos beneficios en materia de control y justicia pero corremos el riesgo de nuevos fraudes” y comentó que “como sindicato estamos trabajando para incluir las horas de conexión sindical, para que los trabajadores tengan derecho a estar en contacto con los sindicatos, incluso a distancia”. 

Por su parte Carla Pitiot sostuvo que lo importante está en pensar políticas laborales inclusivas en todo el país. “Cuando promovemos el derecho a desconexión, también tenemos que proponer que haya derecho a la conexión. Tenemos que preparar a los trabajadores en relación a la tecnología”, afirmó.

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“Los sindicatos estamos pensando en nuevas claves, adoptando iniciativas sin mezquindades, a la altura de los desafíos de estos tiempos que nos impuso el aislamiento, cuidando el empleo y siendo creativos para las nuevas generaciones”, agregó Pitiot. 

Con respecto a la ley que regula el home office, Julio Piumato sostuvo que “una norma laboral sin sanciones puede caer en saco roto y solamente la van a poder hacer cumplir los sindicatos poderosos”. Por otro lado, señaló que la carga que sufre un trabajador en soledad “profundiza la desigualdad entre la patronal y quien realiza labores” por eso, “debemos saber cómo adaptamos la actividad gremial ante el teletrabajo”, reflexionó.