Megaminería en Argentina: ¿Cómo funciona?
Cada 22 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Minería a Cielo Abierto y la fecha busca crear una conciencia global sobre los impactos negativos que esta práctica le genera tanto al ecosistema como al bienestar humano.
Cada 22 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Minería a Cielo Abierto, o megaminería, con el fin de concientizar a la población sobre los efectos nocivos que presenta. La actividad consiste en extraer un recurso no renovable de la superficie terrestre por medios mecánicos o explosivos para obtener minerales genéricamente conocidos como estériles.
Para extraer un gramo de oro se producen hasta cuatro toneladas de escombros.
En Argentina, el 90% de la megaminería se produce para extraer, principalmente, oro, plata y cobre. Este tipo de procedimientos requiere grandes volúmenes de roca con bajos porcentajes de mineralización.
Suele utilizar poco personal y muchos recursos, como el agua. A fines de 2021 se contabilizaron 33.825 puestos de trabajo formales directos en la minería, según el Ministerio de Economía de la Nación. De cada 10 trabajadores en el sector, 9 son hombres.
Por otro lado, el margen de ganancia que queda de la megaminería para el país es chico y los beneficios fiscales que obtienen las empresas mineras son grandes.
¿Por qué se habla de extractivismo?
La megaminería es una actividad que extrae del subsuelo de la corteza terrestre nuestros recursos naturales no renovables hasta su agotamiento.
En la extracción a cielo abierto suelen utilizarse sustancias como el cianuro y ácido sulfúrico. Si alguna de estas sustancias no se permite, se puede llegar a dar de baja la actividad. Se utilizan durante el proceso hidrometalúrgico de separación de minerales y eso genera enormes desechos.
Más del 95% de la roca extraída se convierte en residuo al no poseer minerales de interés económico. Para extraer un gramo de oro, se producen hasta cuatro toneladas de escombros y se utilizan aproximadamente 1.000 litros de agua.
Otra forma tradicional, distinta a la megaminería, de obtener minerales es con el minado subterráneo. Dentro de este tipo, existe una amplia variedad de métodos de ingeniería que dependen de las características del depósito y la profundidad. En general, es más costoso que la minería a cielo abierto.
Consecuencias de la megaminería
Es una de las actividades que produce mayor impacto ambiental, ya que desde el origen de esta práctica existieron accidentes, derrames y contaminación en todos los lugares del mundo donde se implementó.
La minería a cielo abierto genera efectos nocivos e irreversibles para el medio ambiente y las comunidades, como:
- Contaminación del agua de los suelos y subsuelos.
- Deforestación indiscriminada.
- Daños a las superficies naturales.
- Uso de sustancias químicas durante el proceso.
- El uso masivo del agua y la electricidad que afecta a la población local.
- Impactos negativos para la flora y la fauna.
- En muchos de estos proyectos de megamineria falta transparencia y control.
El aire y el agua
La explotación minera a cielo abierto provoca daños en la superficie de la tierra y altera el ecosistema. Durante el proceso de extracción se generan grandes cantidades de polvillo tóxico compuesto de químicos pesados. Esto provoca altos grados de contaminación en el aire para animales y humanos.
También contamina las aguas superficiales, en caso de que los residuos químicos no sean debidamente tratados, causando un peligro para personas y animales acuáticos. Con la lluvia, los desechos contaminados se filtran hacia el subsuelo, ocasionando la contaminación de los yacimientos de agua subterránea.
Los impactos que reciben la flora y la fauna de la minería a cielo abierto tampoco son favorables por la contaminación provocada. Además, la fauna suele alejarse por el ruido.
Las comunidades locales suelen resistir la megamineria denunciando el uso indebido de las tierras y los recursos. Al retirarse las mineras, suelen dejar paisajes desoladores, lo que disminuye el atractivo turistico de la zona.
Evidencia de contaminación
Tal es el caso de la localidad de Abra Pampa, Jujuy en donde un estudio detectó los efectos nocivos de la contaminación por plomo en la población local. Investigaciones realizadas por la Universidad de Jujuy detectaron alto nivel de plomo en la sangre de 234 niños residentes en zonas cercanas a los desechos de la antigua fundición Metal Huasi.
El 29,2% de los menores presentó niveles superiores a 10 μg/dl, considerados tóxicos por organizaciones de salud. Este legado contaminante, que consta de hasta 12.000 toneladas de residuos, persiste desde el cierre de la planta en los años 80.
Recientemente un estudio presentado en el 5º Congreso Internacional de Investigación de la Facultad de Psicología de la UNLP reveló una prevalencia del 21,1% de deterioro cognitivo leve en adultos de la zona, sugiriendo un impacto prolongado de la exposición al plomo en la salud mental de la comunidad de aproximadamente 8.000 habitantes.
Río Negro, la provincia con más proyectos mineros
Según el Sistema de Información Abierta a la Comunidad sobre Actividad Minera, en Argentina existen actualmente 187 proyectos mineros en diferentes estados. Pese a que en 2005 la provincia de Río Negro prohibió esta actividad, hoy tiene 53 proyectos mineros, la mayoría en estado de exploración inicial. Unos 32 destinados a la extracción de plata.
En provincias como Córdoba, San Luis, Tucumán, Mendoza, Tierra del Fuego, La Pampa y Chubut, la minería a cielo abierto o megaminería está prohibida por ley.
Si bien en 2005 Rio Negro prohibió la megaminería, actualmente es la provincia que más proyectos tiene.
El control
En diversas oportunidades, las actividades relacionadas con la minería fueron relevadas por la Auditoría General de la Nación. Un informe de 2017 advirtió el incumplimiento en la conservación de los recursos naturales, así como el tratamiento de los conflictos causados por la contaminación.
Ese relevamiento detectó que el alcance del Programa de Gestión de Sitios Contaminados, del entonces Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, no incluía la actividad minera por estar fuera de la órbita.
En 2022, la Auditoría publicó otro informe sobre la gestión de la Secretaría de Minería de la Nación (SEMIN) y el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR).
En este caso se evaluó el manejo de los pasivos ambientales mineros y se expuso que “no existieron acciones de fortalecimiento”, ni se avanzó en una regulación específica sobre la gestión integral de residuos. Se definió la gestión como ineficaz e ineficiente en el cumplimiento de los objetivos asignados para combatir la megaminería.