¿Qué se está haciendo por la igualdad de género en la Ciudad de Buenos Aires?
La auditoría porteña realizó un informe en materia de políticas de género relacionadas con el cumplimiento del ODS 5. Ninguno de los ministerios tomó compromisos altamente vinculados con la búsqueda de igualdad.
La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires examinó al gobierno porteño para relevar la normativa de creación, organigrama, manuales de organización y de procedimientos relacionados al ODS 5 de Igualdad de Género. El objetivo, como primer informe en la materia, fue dejar asentados el escenario y los parámetros actuales para futuras revisiones.
La Agenda 2030 tiene metas a nivel mundial y cada gobierno luego las adapta de forma local. En CABA, cada Ministerio propuso sus compromisos.
La Auditoría midió la gestión en pos del cumplimiento del ODS 5 y el nivel de relación de los compromisos asumidos con los parámetros mundiales del Objetivo. Los hallazgos no fueron alentadores. Los principales llamados de atención fueron la falta de documentación e índices poco satisfactorios de vinculación con los fines.
Objetivos poco vinculados
Para medir el nivel de relación de las metas asumidas con el cumplimiento del ODS 5, la Auditoría construyó una matriz de valoración teniendo en cuenta los compromisos asumidos por cada Ministerio en los Acuerdos de Gestión 2020 y las metas determinadas para el Objetivo en cuestión. A este cruce de variables le asignó grados de relación con el cumplimiento de las mismas (alto, medio o bajo).
Como resultado de este análisis se pudo deducir que 10 de las 13 metas adaptadas que asumió el GCBA tienen nivel de relación medio, y que ningún ministerio tomó compromisos con nivel de relación alto.
Según la auditoría, ningún ministerio del GCBA tomó compromisos con nivel de relación alto para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030.
Entre los objetivos asumidos medianamente relacionados se reiteran las propuestas vinculadas con la situación de emergencia de COVID, por lo que a futuro debería considerarse una readaptación de esos puntos.
Por otra parte, múltiples ministerios consideran entre sus objetivos la capacitación de su personal en materia de género, para ampliar la perspectiva a la hora de idear nuevas políticas y brindar oportunidades. También se proyectan programas de instrucción para ciudadanos y estudiantes adultos, así como la promoción de programas para la participación de las mujeres en diversas áreas de la sociedad.
Una de las medidas más concisas a destacar es la priorización de vacantes en los Centros de Primera Infancia, a niños y niñas de hogares monoparentales con jefatura femenina.
Dentro de los objetivos con nivel de relación bajo se encuentra la producción de piezas de comunicación tendientes a informar y concientizar acerca de las desigualdades y la violencia de género.
Falta de documentación
La Auditoría además relevó al GCBA con respecto a la definición de tareas, indicadores de medición de las mismas y el delineado de los programas pertinentes.
Con respecto a esto, el informe detalla que no consta que la dependencia del GCBA indicada en los informes anteriores tenga asignada formalmente la responsabilidad del desarrollo, adecuación, seguimiento y monitoreo de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tal como se dispone en el convenio firmado.
El informe expone inconsistencias entre las responsabilidades asignadas y lo que consta en los convenios firmados.
Por último, las áreas y/o reparticiones que tienen asignadas acciones, tareas y procedimientos referidos a la política pública de género no formalizan en procesos y actos administrativo las normas y circuitos de trámite de las relativas a la estrategia y gestión que el GCBA aplica e implementa en relación a la política de género y la correspondiente compatibilidad que debe existir con los objetivos y metas del ODS 5.
Es importante destacar estos puntos ya que se encuentran directamente relacionados. La carencia de documentación y registro al respecto de lo que se programa hacer, y lo que luego se hace, es clave para promover nuevas políticas que alcancen y mejoren la calidad de vida de la gente y, en este caso, promuevan una búsqueda real de la equidad.