Rutas argentinas: advierten sobre fallas en el manejo de recursos y controles de mantenimiento
La Auditoría General de la Nación analizó la gestión de la Dirección Nacional de Vialidad entre 2017 y 2019. Observaron falta de registros, problemas con el personal y los equipamientos, y deficientes controles sobre los resultados de las obras.
Las rutas argentinas, especialmente las nacionales, son las que permiten la conectividad y el transporte en el país. Si no están mantenidas, la circulación es limitada y se tornan peligrosas convirtiéndose en escenario de múltiples accidentes de tránsito. Su conservación es responsabilidad, entre otros organismos, de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV). La Auditoría General de la Nación (AGN) analizó la gestión del organismo y observó “debilidades significativas” en cuestiones vinculadas a la seguridad y al presupuesto.
El estado de una ruta depende de varios factores, como el mantenimiento, las condiciones climáticas, el volumen de tráfico y la calidad de la construcción original. El informe de la AGN se basó en el trabajo de Vialidad, que tiene a su cargo la administración de la Red Troncal Nacional de Caminos y la Red Federal de Autopistas, durante enero de 2017 y marzo de 2019. Para realizar la auditoría se hizo una muestra de 5 de los 24 distritos jurisdiccionales: Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe, Chubut y Misiones que representaron el 31,74% del monto invertido.
Durante el periodo auditado se informó que se asignaron créditos por un total de $17.157.329.418, de los cuales se ejecutaron $13.143.657.292. Y fueron 4.296 personas de la Dirección Nacional de Vialidad afectadas al sistema de Mantenimiento por Administración (MxA), muchos de ellos agentes de planta transitoria, otros permanentes y también bajo contratos temporales.
Una dirección floja de papeles
Una de las observaciones realizadas por la Auditoría es que las modificaciones normativas de las áreas de la Dirección Nacional de Vialidad que intervienen en el mantenimiento no cuentan con "un compendio normativo armónico", es decir que no hay normas internas claras, lo que dificultó verificar si las intervenciones hechas fueron efectivas y oportunas.
Por otra parte, advirtieron una falta de carga de datos e inconsistencias en los registros de la Dirección. En los cinco distritos de la muestra se detectaron diferencias entre la cantidad de agentes que figura en el Sistema de Mantenimiento y Control de los Equipos (SIMCE) y el que aparece en las planillas de personal. Por ejemplo, respecto de Buenos Aires, la DNV informó 363 y en el sistema SIMCE figuraban 496.
Sobre las cantidades de kilómetros mantenidos, también hubo diferencias de registros ya que en un sistema aparecen 14.704,67 y en otro 14.114,61. Tampoco hubo coincidencias en el cruce de las operaciones informadas por la DNV, como las realizadas mediante el régimen de caja chica y fondos rotatorios, y las indicadas por el distrito Buenos Aires en sus informes cuatrimestrales: 299 operaciones, incluidas en el segundo y tercer Informe cuatrimestral del año 2018, no se consignan en los listados provistos por la DNV.
Con respecto al cumplimiento de metas presupuestarias, no se encontró una definición clara que permita controlar su desarrollo y los desvíos de dinero realizados. La AGN observó que la DNV no elaboró las Planillas de Gestión de Mantenimiento (PGM), que deberían tener los datos vinculados a los distintos momentos de la gestión de conservación, desde la detección de la necesidad hasta la ejecución y cierre de las tareas. La gestión de recursos tampoco expone datos tales como horas hombre y horas equipo (cantidad y unidades), insumos, cantidad de agentes y equipos utilizados.
“Existió una registración heterogénea e inapropiada de las tareas de mantenimiento", indica el informe de la AGN sobre el trabajo de la Dirección Nacional de Vialidad.
“Las jurisdicciones no elaboraron los informes cuatrimestrales que requiere la normativa o los elaboraron incumpliéndola”, señala el informe de auditoría y menciona que “de la documentación suministrada por la DNV, surge que Catamarca, La Pampa y Tierra del Fuego realizaron informes que no se corresponden con un período cuatrimestral, sino de 8 o 12 meses”.
Entre otras fallas, los informes hechos por la DNV durante el periodo auditado "no incorporan completamente los documentos, cuadros y anexos requeridos por la Circular SGMyE 562/13, y modificatoria". Fueron muy pocos los casos que sumaron un mapa de la jurisdicción, con indicación de los campamentos de la DNV y los tramos de rutas afectados por los trabajos de mantenimiento.
“Existió una registración heterogénea e inapropiada de las tareas de mantenimiento que impidió evaluar si la gestión de la Dirección Nacional de Vialidad fue eficaz en el período auditado”, concluyen los auditores.
Controles hechos a medias
Sobre los controles a la gestión, no hay una documentación adecuada de los que hayan hecho los funcionarios responsables, en los distintos momentos de la gestión de las tareas de mantenimiento. Por lo tanto, no se logró evaluar si las áreas y el personal jerárquico responsable intervinieron de manera efectiva en cuanto a lo administrativo, en la forma y plazos previstos.
Tampoco se evaluó si los trabajos fueron bien hechos. "Los indicadores conformados por la DNV no permiten evaluar si las tareas encomendadas se ejecutaron en forma eficaz y efectiva. El Índice de Estado (IE) no pudo ser calculado apropiadamente por la falta o incompleta evaluación de la deformación longitudinal de la red vial nacional", dice el informe de la AGN.
Del análisis de la documentación remitida por la DNV, la Auditoría observó que no se llevó a cabo, de forma periódica y completa, una constatación de las deformaciones longitudinales (rugosidad) de los caminos. “Los porcentajes de la red vial en estado bueno o regular, comunicados por el auditado, no resultan confiables. Además, no resulta posible evaluar si el MxA es la modalidad de conservación conveniente y si la labor realizada fue eficaz”.
Personal, equipamiento y planificación
La Auditoría halló que los distritos de la DNV analizados “no contaron con la disponibilidad de agentes acorde a los kilómetros de rutas a conservar”, en cuanto a cantidad y perfil requerido.
Por otra parte, se detectó que la Dirección no dispuso “de la cantidad y proporción óptima de equipamiento, lo que ocasionó paralizaciones en las tareas”. Y que no efectuó un plan de tareas de mantenimiento que permita evaluar adecuadamente lo ejecutado respecto a lo proyectado.
Uno de los puntos que se destaca en el informe elaborado por la AGN es la respuesta de la Dirección Nacional de Vialidad sobre la planificación: “El auditado informó que no resulta posible el desarrollo de un plan anual de tareas. Por ello sostiene que se desarrolla una planificación de corto plazo, la cual se gestiona por distrito mediante el ingreso de la tarea en el sistema SIMCE".
Sin embargo, al ser analizado el SIMCE, hallaron "falta de registraciones de planificaciones correspondientes al año 2017 (sólo hay registradas a partir de enero/2018); falta de constancia de las causas de las demoras en los trabajos y demora en la carga (el 92,55% de las planificaciones fueron cargadas con posterioridad a la fecha de finalización de las tareas). Consecuentemente, el registro parcial y extemporáneo de las tareas de conservación, desnaturalizan al SIMCE como herramienta de gestión", se indica en el informe.
Principales observaciones de la AGN
Los hallazgos detectados por la Auditoría General de la Nación dan cuenta de “debilidades significativas en la gestión de la Dirección Nacional de Vialidad”, sin que deba soslayarse la importancia de la tarea asignada, vinculada con el mantenimiento de condiciones de seguridad en el tránsito, confort del usuario y retraso de inversiones.
Algunas de las principales conclusiones son:
- Falta de una normativa interna clara que permita verificar si las intervenciones hechas son efectivas.
- Registros de personal y equipamiento incompletos.
- Diferencias en el cruce de bases de datos sobre las operaciones realizadas.
- No se elaboraron Planillas de Gestión de Mantenimiento (PGM).
- Registro heterogéneo e inapropiado de las tareas de mantenimiento.
- No hay documentación sobre controles y seguimientos de las operaciones.
- Hubo falta de disponibilidad de agentes acorde a los kilómetros de rutas a conservar.
- La Dirección no dispuso "de la cantidad y proporción óptima de equipamiento".