Plásticos y colillas de cigarrillos son los residuos más encontrados en las playas bonaerenses según el 6to Censo Provincial de Basura Costera Marina que realizaron 20 organizaciones civiles en 16 localidades de la Provincia de Buenos Aires con más de 400 voluntarios. 

Las costas son las puertas de los residuos al mar, y a su vez, son el destino de la basura que está en el mar y que termina en las playas. La contaminación plástica es un problema que viene en crecimiento y el censo dio cuenta de esto. La superficie censada fue de un total de más de 410.864 metros cuadrados donde recolectaron un total de 35.741 residuos de los cuales el 73,7% era plástico, un elemento cada vez más encontrado que daña la fauna, el ambiente y pone en riesgo la salud humana. 

“El plástico afecta a toda la red trófica, casi todos los grupos de animales que se encuentran en el mar o en las costas son perjudicados por el plástico”, indicó Verónica García, especialista en ecosistemas marinos y pesca sustentable de Fundación Vida Silvestre. Las localidades censadas fueron Punta Lara, San Pedro, Las Toninas, Punta del Indio, San Clemente del Tuyú, Costa Chica, Mar del Tuyú, Costa del Este, Ostende, La Lucila, San Bernardo, Mar de Ajó, Mar del Plata, Punta Alta, Villa del Mar y Bahía Blanca. 

Los datos del censo se publicaron en febrero de este año pero el relevamiento se realizó en septiembre de 2022. “Lo hacemos en este mes para que no haya tantos turistas y poder ver qué pasa con el movimiento natural de los mares, la basura que llega desde las corrientes marinas y de las fuentes que son de origen urbano como ríos, arroyos, los pluviales o el viento”, comentó García. 

De los residuos recolectados el 10,1% eran vidrios; el 3,7 papeles y cartones; el 2,6 metales; hubo un 9,9% de residuos de otros materiales y un 73,7% plásticos, entre ellos: colillas de cigarrillos, fragmentos plásticos, envoltorios, bolsas y tapitas. Estos elementos son catalogados como residuos marinos, los cuales llegan en toneladas de forma diaria a los mares producto de la actividad humana. La marea alta se los lleva consigo mar adentro y los transporta. De todos los residuos, el plástico es el más abundante ya que se degrada por la erosión convirtiéndose en microplásticos y nanoplásticos llegando hasta el ser humano. 

El 73% de la basura de la costa marina bonaerense es plástico

Según la consultora Dalberg, las personas consumen alrededor de 5 gramos semanalmente de microplásticos, que equivalen a una tarjeta de crédito, a través del agua, aire y los alimentos. “El plástico que llega al mar es difícil de retirar”, mencionó García. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estimó que para 2050 la producción de plásticos superará los mil milllones de toneladas y la cantidad de este material que llegará al mar se triplicará. 

¿Cuáles son los peligros? 

Peces enganchados en envases, aves lastimadas, tortugas y mamíferos que terminan consumiendo plástico al confundirlo con alimento, los residuos plásticos afectan a unas 32 especies marinas en Argentina. “Eso le puede provocar asfixia o que se muera lentamente que es lo más triste. Lo peor es que el plástico cada vez se va haciendo más chiquito y puede ser absorbido por animales más pequeños como los mejillones y llega al ser humano”, explicó la integrante de Vida Silvestre. 

Aparte de la basura urbana que llega al mar, los residuos pesqueros son una gran problemática. Victoria Massola es bióloga ecóloga integrante de la Fundación para la Recepción y Asistencia de Animales Marinos (FRAAM) y formó parte del censo en Villa del Mar junto a un grupo de voluntarios, organizaciones e instituciones locales. “El tema de los anzuelos y las tanzas es gravísimo tanto en aves, mamíferos, peces como en reptiles. Hemos tenido aves con amputación de patas, anzuelos en picos, tanzas enroscadas en aletas y redes fantasmas que van a la deriva atrapando distintos animales en el agua”, explicó Massola. 

Desde la fundación brindan asistencia principalmente a tortugas marinas, pero también a cetáceos, aves marinas, lobos marinos y realizan actividades en el marco de la Educación Ambiental Integral en establecimientos educativos y distintas instituciones. 

El 73% de la basura de la costa marina bonaerense es plástico

Censar para buscar soluciones 

El Censo de Basura Costera Marina es una herramienta que sirve para evaluar la situación actual de las playas de la provincia de Buenos Aires y poder, de esta forma, reveer hábitos de consumos, buscar soluciones, evaluar las realidades locales y revertir la contaminación plástica. Para García es necesario reducir la producción de plástico de un solo uso, “que representan el 45% de lo que se produce tanto en Argentina como a nivel global. También es urgente que los productos de este material tengan como destino final una planta de reciclado que los transforme en una nueva materia prima para tener una economía circular”. 

Para todo esto se necesita coordinación entre los gobiernos locales, provinciales y nacional, para que puedan proveer la infraestructura y los medios. “Los basurales y rellenos sanitarios no son una gestión efectiva de los residuos. En la Provincia hay muchos municipios costeros con pocos habitantes y pocos medios, por eso es primordial que puedan organizarse, colaborar entre ellos y hacer una gestión de manera coordinada. El presupuesto que va a gestión de residuos suele ser elevado, entonces lo que se necesita es hacerlo eficiente”, insistió la integrante de Vida Silvestre. 

La Ley de Gestión Integral de Envases y Responsabilidad Extendida del Productor se vuelve fundamental en este recorrido. El sector que genera el producto tiene que responsabilizarse respecto del destino final del mismo”, añadió Garcia. 

El caso de Villa del Mar

A Massola en el censo en este paraje costero de 400 habitantes, perteneciente al municipio de Coronel Rosales, le llamó la atención la disminución de bolsas camisetas y de botellas plásticas, en este sentido resaltó el trabajo de las instituciones que participaron y de la gestión local. “Vemos que día a día se va tomando más conciencia a través de la información y se van adoptando buenas prácticas”, resaltó la biólloga ecólogo quien además es parte del plantel de profesionales técnicos de la Reserva Natural Bahia Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde, una de las más importantes de la costa con 270 mil hectáreas protegidas.